
Una planta fotovoltaica afectará a los municipios de Vall d’Uixó, Chilches y Moncofa, así como a Nules, Burriana, Alquerías del Niño Perdido, Vila-real y Betxí.
La Unió Llauradora ha protagonizado hoy una protesta simbólica en la Vall d’Uixó (Castellón), con la instalación de una lona reivindicativa, que se distribuirá por la comarca, para denunciar el impacto de la futura planta fotovoltaica de Arada Solar en la Plana Baixa.
Este proyecto, impulsado por la filial de la multinacional noruega Statkraft, pone en riesgo unos 126.000 árboles, principalmente cítricos en producción, que funcionan como un importante sumidero de CO2.
La acción, respaldada por miembros de La Unió y de la Plataforma Energía y Territorio de la Plana Baixa, se ha llevado a cabo en el término municipal de la Vall d’Uixó, donde se ha visibilizado la amenaza que supone esta infraestructura para unas 280 hectáreas de cultivos, muchas de ellas de cítricos en suelo de regadío con alto valor agroecológico.
La planta fotovoltaica afectará los municipios de Vall d’Uixó, Chilches y Moncofa, y contempla la construcción de una subestación eléctrica conectada mediante una línea de media tensión de casi 18 kilómetros que atravesará también Nules, Burriana, Alquerías del Niño Perdido, Vila-real y Betxí.
Según La Unió, el proyecto pone en peligro la producción de cerca de 5 millones de kilos de cítricos, en un contexto donde las cosechas ya están mermadas por el cambio climático.
El secretario general de La Unió Llauradora, Carles Peris, ha destacado la importancia de la citricultura en la zona,
No podemos perder más terreno agrario. Necesitamos un volumen estable de cítricos para consolidar las inversiones realizadas en explotaciones y mantener los empleos, tanto fijos en tareas agronómicas como temporales en la recolección.
La empresa Arada Solar busca acuerdos con propietarios mediante contratos de compraventa o alquiler de tierras, pero a precios muy bajos que varían según la modalidad. Peris ha subrayado,
Muchos jóvenes han invertido en los últimos años en sus explotaciones, quieren seguir como profesionales y no están dispuestos a deshacerse de sus tierras.
La Unió ha reiterado su rechazo a la pérdida de superficie agraria, especialmente tras los esfuerzos conjuntos de agricultores y Administraciones en modernizar los regadíos y mejorar los campos.
Además, «la construcción de la planta podría comprometer la viabilidad de las entidades de riego que abastecen la zona, al reducir significativamente la superficie agrícola. Esto podría llevar a la desaparición de estas organizaciones, esenciales para la actividad agraria de la comarca». La Unió Llauradora ha hecho un llamamiento para proteger el patrimonio agrícola y el sustento de los citricultores frente a este megaproyecto energético.