Castellón pone en marcha el protocolo contra el frío para personas sin hogar y con un seguimiento social para cada caso concreto.
El Ayuntamiento de Castellón, a través de la concejalía de Bienestar Social, ha activado esta semana el Protocolo del Frío, una iniciativa coordinada para atender a las personas sin hogar durante los meses de temperaturas más bajas. La Agencia Estatal de Meteorología ha pronosticado un descenso de las temperaturas en la provincia de Castellón en los próximos días. En respuesta, el consistorio ha ampliado la capacidad del albergue municipal, pasando de las 39 plazas habituales a 59.
Novedad de este año es la posibilidad de prolongar la estancia según las circunstancias de cada persona, entre otras medidas contempladas en el dispositivo.
Implementamos un protocolo de actuación adaptado a la nueva realidad en la calle para intervenir en cada caso específico, con un seguimiento social a través de los Servicios Sociales municipales o el Servicio de Acogida y Acompañamiento de Cáritas. Ya sea para ingresar en el albergue o llevar a las personas sin hogar al hospital cuando sea necesario.
Destaca la concejala de Bienestar Social, Maica Hurtado. «Es crucial que el dispositivo de albergue no solo ofrezca refugio, sino también un seguimiento social. A partir de este año, realizamos entrevistas a las personas usuarias para evaluar su situación, determinar la necesidad de prolongar su estancia y detectar necesidades para que puedan reconstruir sus vidas«, agrega.
La edil subraya que «nuestra prioridad es proteger y brindar la atención necesaria a las personas en situación de vulnerabilidad, abandono o posible desamparo». Además, recuerda que «hemos aumentado la subvención a entidades sociales como Cáritas debido a la importante labor social que realizan con el albergue municipal, pasando de 574.000 euros a 600.000 euros. Hemos mejorado el servicio de protección integral a las personas en situación de calle para proporcionarles mayores recursos, especialmente durante episodios de temporales extremos que puedan poner en peligro su salud».
Este protocolo se lleva a cabo en colaboración con entidades locales como Cáritas Diocesana, que facilita el acceso a servicios de lavandería, ducha, cena y desayuno. Además, ofrece alojamiento en el albergue municipal con la posibilidad de prolongarlo según las necesidades de cada caso. Cabe destacar que el dispositivo cuenta también con la colaboración desinteresada de personas voluntarias los fines de semana que prestan ayuda en el servicio de lavandería.