Pedro Lozano, se escondió en una casa en El Castellar (Teruel), para ocultarse por los numerosos delitos que había cometido en la Comunitat Valenciana.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado, en una sentencia emitida el 20 de septiembre, la condena de 27 años de prisión impuesta por la Sección Única de la Audiencia Provincial de Teruel a Pedro Lozano, también conocido como ‘El Rambo de Requena‘.
La condena se refiere a dos intentos de homicidio, dos casos de robo con fuerza, dos robos de vehículos de motor, un delito de coacciones y otro contra la seguridad del tráfico. Estos delitos tuvieron lugar en junio de 2020 en la provincia de Teruel.
El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso de casación presentado por la defensa del condenado, confirmando la resolución previa del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). Este último ya había desestimado el recurso de apelación del reo y confirmado la sentencia condenatoria inicial de la Audiencia.
En su sentencia, emitida en 2022, la Audiencia de Teruel había condenado a Pedro Lozano a,
11 años de prisión por tentativa de homicidio con resultado de lesiones graves, nueve años por homicidio en grado de tentativa sin lesiones, nueve meses de prisión por posesión ilegal de armas, cuatro años y seis meses por robo con fuerza, 12 meses por hurto, un año por conducción temeraria y nueve meses por coacciones.
Además, el tribunal ordenó al condenado pagar una indemnización de 235.233,96 euros al agente herido y diversas compensaciones a otros perjudicados.
En su sentencia, el Tribunal Supremo señala que la defensa del condenado no ha explicado las razones detrás de su impugnación de la sentencia condenatoria y que el motivo de la impugnación no está claro.
HECHOS PROBADOS
El Tribunal Supremo basa su decisión en los hechos probados que figuran en la sentencia de la Audiencia de Teruel. Según estos hechos, en junio de 2020, el condenado, Pedro Lozano, ingresó sin permiso en una segunda residencia en El Castellar, una localidad de Teruel, para ocultarse debido a los numerosos delitos que había cometido en la Comunitat Valenciana. Permaneció dentro de la vivienda hasta el 8 de junio.
Durante su estancia en la residencia, causó daños en la propiedad y se apoderó de varios objetos, incluyendo una manta, dos toallas, una colcha, una perola, un recipiente y un sacacorchos, con un valor total de 950,85 euros.
El 8 de junio, Pedro Lozano accedió de la misma manera a otra vivienda en la misma calle de El Castellar y se apoderó de una carabina de aire comprimido, un destornillador, una caja de balines, varios pares de guantes y otros artículos de menaje del hogar.
También robó un vehículo estacionado en el garaje de la vivienda y condujo hasta Muniesa, otra localidad de Teruel. Allí, dos agentes de la Guardia Civil uniformados lo localizaron y lo siguieron después de darse cuenta de que el vehículo que conducía había sido robado por ‘El Rambo de Requena’, un individuo peligroso y posiblemente armado.
Lozano ingresó con el vehículo en un callejón sin salida, seguido por los agentes, quienes detuvieron su coche a poca distancia del vehículo robado. Los agentes se acercaron a Lozano para que se identificara y saliera del automóvil. El condenado salió del vehículo y apuntó con un arma a un guardia civil, disparando sin alcanzarlo. Este disparo se efectuó con menosprecio por la vida y la integridad física del agente y de la autoridad que representaba. En respuesta, el agente disparó su arma reglamentaria contra ‘El Rambo de Requena’, sin llegar a herirlo.
El agente de la Guardia Civil intentó realizar un segundo disparo, pero su arma se encasquilló. En ese momento, ‘El Rambo de Requena’ le disparó, alcanzándolo y causándole una herida de bala en el antebrazo y otra en el abdomen, con riesgo vital. El guardia civil fue sometido a varias cirugías y requirió aproximadamente un año para recuperarse, aunque experimentó una disminución en su calidad de vida como resultado de las heridas sufridas.
A continuación, el agresor, ‘El Rambo de Requena’, continuó su fuga a pie y robó otro vehículo que tenía las llaves puestas. Con este vehículo, se dirigió a Andorra, en Teruel, donde finalmente chocó contra una pared en la Travesía de San Jorge.
Abandonó el automóvil y se movilizó por las calles de la localidad aún armado con la escopeta que había utilizado contra los agentes.
Luego, se subió a un vehículo en el que se encontraba el propietario del mismo y le instó a colaborar en su fuga, asegurándole que no le haría daño si lo sacaba del municipio. La persona decidió colaborar y condujo hasta una zona de huertos cercana a la A-223, fuera de Andorra y en dirección a Albalate del Arzobispo, donde el condenado abandonó el vehículo y continuó su huida a pie.
A las 17:45 horas, en el contexto de un extenso dispositivo policial, varios agentes de la Guardia Civil interceptaron al agresor cerca de Andorra. En ese momento, ‘El Rambo de Requena’ apuntó con su escopeta a los agentes antes de esconderse en unos arbustos. Ofreció resistencia a su detención y un agente le disparó, hiriéndolo. Posteriormente, fue arrestado y trasladado a un hospital para recibir atención médica.
