El homenaje concluye con una ofrenda floral en la que decenas y decenas de personas han proferido gritado contra Pedro Sánchez y en favor del Rey.
La localidad vizcaína de Ermua ha acogido este domingo un acto institucional en el 25º aniversario del secuestro y asesinato del edil del PP Miguel Ángel Blanco, con una defensa de la memoria de las víctimas de ETA y apelaciones a la unidad. El homenaje ha estado encabezado por el Rey Felipe VI que ha señalado la relevancia del llamado ‘espíritu de Ermua‘ que brotó como contestación a esta acción terrorista de la banda armada.
Al acto han asistido asimismo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lehendakari, Iñigo Urkullu, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, su análoga en el Parlamento vasco, Bakartxo Tejería, el Diputado general de Vizcaya, Unai Rementeria, la presidenta de las Juntas, Ana Otadui, el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, como consejeros del Gobierno Vasco y el primer edil del municipio, Juan Carlos Abascal.
Asimismo han acudido el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, la coordinadora de Podemos Euskadi, Pilar Garrido, aparte de representantes sociales y sindicales. De igual modo, la cita ha contado con la asistencia de representantes de Covite, como familiares de Sotero Mazo, vecino de Ermua asesinado en mil novecientos ochenta, al quien asimismo se ha recordado.
En el acto no han estado presentes otras asociaciones de víctimas como AVT o Dignidad y Justicia y tampoco se han personado ni representantes de Vox ni de Sortu ni EH Bildu.
Durante la jornada, se ha mostrado la tensión y las diferencias entre populares y socialistas, ya que, en declaraciones a los medios fuera de acto, el PP ha vuelto a recriminar al Gobierno de Sánchez que acuerde con EH Bildu, una formación política que no ha condenado el homicidio de Blanco, al paso que los socialistas han recordado a este partido su lucha contra ETA y criticaban que «demonice» la Ley de Memoria.
El homenaje se ha desarrollado en el polideportivo de la localidad vizcaína que exactamente lleva el nombre de Miguel Ángel Blanco y al que han acudido cerca de cuatrocientas personas.
Entre fuertes medidas de seguridad, el Rey ha sido recibido minutos ya antes de las doce y treinta horas a la entrada del polideportivo por Sánchez, Urkullu, Núñez Feijóo, Batet, Tejería, Rementeria, Otadui, Itxaso y Abascal. En las proximidades, múltiples decenas y decenas de personas se hallaban concentradas tras dos pancartas en las que se podía leer ‘La Corona une‘ y ‘Felipe VI une‘ y se han podido oír gritos como «viva el Rey y viva España‘.
Tras un aurresku de honor, todos han accedido al interior del Polideportivo Municipal, donde se ha desarrollado un acontecimiento en el que asimismo se ha rendido homenaje a los miembros de la Empresa local de Ermua en 1997, a los que se les ha entregado el monolito de Agustín Ibarrola de reconocimiento a las víctimas, entre ellos el por entonces primer edil, Carlos Totorika. Por su lado, Marimar Blanco ha recibido el reconocimiento representando a su hermano.
El acto, conducido por Ana Aizpiri, cronista y víctima de ETA, se ha desarrollado en un escenario con un panel gigante en el que se podía leer ‘La huella imborrable‘, acompañado de dos manos, el número veinticinco, como de la ikurriña, la bandera de España y la de Ermua.
EL ESPÍRITU DE ERMUA
El Rey ha sido el responsable de cerrar las intervenciones del homenaje con un alegato en el que ha recordado «la gran trascendencia» de lo que pasó a lo largo de esos días y de qué manera lo vivió y sintió y ha señalado,
Ermua, su espíritu, fue uno de los momentos más relevantes que marcaron para ETA el camino hacia su final.
Felipe VI ha señalado que las víctimas «dignifican nuestra democracia» y merecen «de manera permanente respeto y máxima consideración» y ha animado a,
Perseverar a fin de que lo vivido no caiga en el olvido, a fin de que la unidad nos convoque en torno a nuestra historia reciente, a fin de que el espíritu de Ermua nos recuerde día a día, el valor de la paz, de la vida, de la libertad y de la democracia.
Anteriormente, Pedro Sánchez ha trasladado a Marimar Blanco, hermana del edil popular asesinado por ETA, que van a proseguir «empeñados en la memoria y el recuerdo«, si bien se ha mostrado siendo consciente de que ningún reconocimiento ni medida va a ser «jamás suficiente» para compensar la ausencia de su familiar.
También, ha destacado edificar «una memoria colectiva» a fin de que «la sociedad no olvide» y ha subrayado,
El Espíritu de Ermua como el de la unidad y la paz.
Por su lado, el lehendakari ha demandado,
Una reflexión valiente y una autocrítica honesta a quienes ejercitaron y protegieron el terrorismo.
Además de esto, ha rechazado «hacer borrón y cuenta nueva» y ha pedido «un futuro asentado en la verdad» que «deslegitime» la injusticia «moral y política» de la violencia de ETA.
Asimismo ha intervenido en el acto, tras la polémica por su no inclusión de forma inicial en las intervenciones, Marimar Blanco, que ha reclamado,
Que la memoria democrática reconozca la historia del terrorismo con buenos y malos, víctimas y verdugos. La justicia y la verdad hubiera de ser prioridad de cualquier gobierno. Lo opuesto ni es justo ni aceptable.
Ha insistido.
Además de esto, ha advertido de que «no hay motivo que justifique cualquier trato de favor» a quienes «aplaudían el suplicio» al que se sometió a Miguel Ángel Blanco.
Por su lado, el alcalde de Ermua ha valorado que las movilizaciones de hace veinticinco años por el homicidio de Blanco,
Sirvieron para vencer el temor que había invadido nuestras vidas.
También, ha advertido de que «la paz y el respeto a la pluralidad están en equilibrios inestables» y ha alertado del,
Apogeo de los fascismos, populismos y nacionalismos reaccionarios que quiebran la convivencia.
OFRENDA
Al término del acto, en el que se han proyectado múltiples vídeos y que ha estado acompañado de música de violonchelo, las autoridades asistentes se han apartado al monolito del parque San Pelayo, donde han ido depositando flores todas y cada una de las autoridades asistentes, como la empresa municipal actual y la de mil novecientos noventa y siete, entre otros muchos.
La ofrenda, que asimismo ha estado acompañada de música de violonchelo, ha finalizado con un minuto de silencio, y en el trascurso de exactamente la misma se han podido percibir abundantes pitidos y chillidos de «fuera, fuera» contra el presidente del Gobierno y a favor de Felipe VI. Al concluir la ofrenda, Marimar Blanco, al lado del líder de PP, Núñez Feijóo, se han acercado a los presentes para darles las gracias su asistencia.