Recuerdos de cuando Benedicto XVI visitó València

Recuerdos de cuando Benedicto XVI visitó València

La entonces alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le entregó la llave de la ciudad y el papa firmó en el libro de honor.

 

El Papa Benedicto XVI, fallecido este sábado, aterrizó en València a las once y treinta y nueve horas del ocho de julio del año dos mil seis. Recibieron al pontífice dos mil peregrinos congregados en el aeropuerto, a los que saludó nada mas llegar entre cantos como ‘¡Viva el papa!’, ‘ ¡Benedicto amigo Valencia está contigo!’ y ‘¡Mucho, mucho papa es!’.

Así empezaba el V Encuentro Mundial de las Familias, el primer viaje de Benedicto XVI a España que se vio ensombrecido por el accidente mortal de Metrovalencia, en el que murieron cuarenta y tres personas, y que fue motivo a fin de que Benedicto XVI alterara su agenda para orar un responso por las víctimas en la estación siniestrada y encontrarse con sus familiares.

Termómetros a más de treinta grados y un millón de fieles esperaban al Papa. Se habían desplegado once mil globos con la bandera vaticana y cincuenta pantallas gigantes para retransmitir el viaje apostólico por el paseo de la Alameda que tiempo después protagonizarían titulares.

A su llegada al aeropuerto lo recibieron asimismo los entonces Reyes de España, Juan Carlos y Sofía; el ahora expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el que era su análogo en la Generalitat, Francisco Camps, como la alcaldesa Rita Barberá.

Tras un breve encuentro privado con los monarcas, empezó en un vehículo panorámico el recorrido hasta la capital y su primera parada, sobre las doce y cuarenta y cinco horas, fue la estación de metro de Jesús, donde se registró el accidente de metro. En el lugar rezó por los fallecidos y heridos y depositó una corona floral en su memoria. Este punto no estaba contemplado en el programa inicial de la visita del Papa, que expresó su deseo de visitar la estación tras conocer el suceso.

Instantes después reinició la marcha, por el centro de la urbe, hacia la Catedral. En la plaza, un conjunto de vecinos lanzaba cubos de agua a los peregrinos que se hallaban aguardando a su llegada con el fin de refrescarles del calor que se padecía en la urbe.

Frente a la Seo, la entonces alcaldesa Rita Barberá le entregó la llave de la urbe y el papa firmó en el libro de honor, contempló los frescos renacentistas de la bóveda mientras que sonaba música de Capella de Ministres, rezó frente a la patrona de los valencianos y valencianas y saludó a diferentes familiares de las personas fallecidos en el accidente del tren.

A su salida de la Basílica, el Papa Benedicto XVI efectuó una oración en valenciano ya antes del rezo del Angelus Domini frente a los miles y miles de peregrinos concentrados en la Plaza de la Virgen. El Pontífice se dirigió a la patrona de la capital, con «amor filial y en valenciano» y señaló «davant la ‘Cheperudeta’ ;como se conoce afectuosamente a la patrona,

Vullc dirli: ampareumos nit i dia en totes les necessitats, puix que sou, Verge Maria, Mare dels Desamparats.

Después, por la tarde, un millón de fieles festejaron con el Papa Benedicto XVI la Celebración de las Familias en la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia.

El Papa, en su mensaje, hizo un llamamiento a los gobernantes a meditar sobre «el bien evidente» de la familia y recordó que el «objeto de las leyes es el bien integral del hombre». Se acababa de legalizar en España el matrimonio homosexual. El Papa aseveró,

Dios creó al hombre y la mujer y los ha llamado en el matrimonio a una íntima comunión de vida y amor entre ellos. Esta es la verdad que la Iglesia proclama sin cesar al planeta.

También, alertó sobre la necesidad de garantizar a las familias que «no están solas» ante «los retos de la sociedad actual, marcada por la dispersión que se produce sobre todo en el ámbito urbano».

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Cantantes como la brasileira Fafá de Belem o Monserrat Caballé amenizaron la liturgia interpretando canciones como un Ave María brasileño y un Padrenuestro del músico José María Cano, que dirigió la orquesta que le acompañaba. Asimismo participaron el Coro de la Generalitat acompañado por la Orquesta de Valencia que interpretó ‘Valencia’ del Maestro Serrano y el Taiwán Ballet que ofreció una danza típica oriental.

El encuentro contó además de esto con el testimonio de numerosas familias, venidas de todas y cada una unas partes del planeta, quienes compartieron con el Papa su experiencia. La ceremonia acabó sobre las veintitrés y treinta horas con un castillo de fuegos de artificio de la pirotecnia valenciana ‘Caballer’ que contó con un «ramillete» de fuegos de artificio, de más de doscientos kilogramos de pólvora de colores neutros, con una duración de 4 minutos.

Al día después, el Papa llegó a la misa conclusiva del V Encuentro Mundial de las Familias momentos ya antes de las nueve y meia de la mañana, instante en el que estaba previsto el comienzo del oficio religioso. Vestía una casulla verde y portaba el báculo papal, llegó al altar tras recorrer a pie, al lado del entonces arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García Gasco, los pocos metros que les apartaban de la sacristía, instalada en el Palau de les Arts.

El matrimonio y la familia volvieron a centrar su alegato. Aseveró que la familia, «fundada en el matrimonio inseparable entre un hombre y una mujer es el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, medrar y desarrollarse de una manera integral».

El Papa dio la comunión a Mariano Rajoy, Francisco Camps, Rita Barberá, la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el expresidente de Murcia, Ramón Luis Varcárcel, entre otros muchos.

Tras la misa, solicitó un vaso de horchata para refrescarse tras la clausura del encuentro. Para finalizar, Benedicto XVI alteró el recorrido previsto de regreso al aeropuerto de Manises, a donde iba a ir en vehículo cubierto, para pasar por el centro de la urbe «y despedirse de los valencianos y valencianas desde el vehículo panorámico».

El ‘papamóvil’ pasó por las calles Regidor Reig, Jacinto Benavente, Plaza de América, Navarro Reverter, Plaza Porta de la Mar, Colón, Xátiva, Guillén de Castro, Angel Guimerá, Linares, Avenida del Cid para salir por la autovía A-t3 cara el aeropuerto de Manises, donde fue despedido por los Reyes de España, ya antes de volver a Roma.

Ya antes de despegar, en el aeropuerto, manifestó que aguardaba que el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) ayudara al planeta a «entender» que el matrimonio entre un hombre y una mujer «es un enorme bien para toda la humanidad».

La visita del Papa no agradó a toda la ciudadanía. Por servirnos de un ejemplo, el colectivo ‘Jo no t’espere’ vendió más de cinco mil pancartas con el lema y la imagen de su campaña, para visibilizar que «no todos los valencianos están conformes con la visita del Papa Benedicto XVI, ni por su formato de espectáculo faraónico, ni por su contenido reaccionario y estigmatizador». Asimismo se organizó un Encuentro Mundial de ciclo-nudismo antipapal, organizado por la plataforma ‘Jo no t’espere vestit’.

Años después, los sobrecostes y adjudicaciones por la visita del Papa terminaron en los tribunales en el marco de la Gürtel y se tradujeron en condenas para los responsables de la trama.