La consellera Pradas, también aborda el despoblamiento: "Es esencial prolongar la CV-10 para conectar la comarca desde el interior a través de la A-7".
La Generalitat destinará una inversión de 4,5 millones de euros para modernizar el sistema de agua en los municipios de Canet lo Roig, La Jana y Traiguera (Castellón), con el objetivo de asegurar un suministro «estable» y poner fin a los problemas que afectan a los habitantes de estas localidades.
La consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, comunicó esta iniciativa durante una reunión en el Ayuntamiento de Canet lo Roig, donde detalló los aspectos del proyecto, según informó la Generalitat en un comunicado.
Pradas señaló que las obras se encuentran «en la fase final», ya que se está preparando la licitación para llevar a cabo una obra que ha experimentado demoras considerables.
El agua, extraída de un pozo, será bombeada con energía limpia a través de una planta solar compuesta por 960 módulos. Además, el suministro se canalizará a través de una nueva red de distribución que aprovechará las infraestructuras existentes.
La consellera destacó que este proyecto «impulsará el desarrollo» de una comarca que enfrenta el problema de la despoblación en su parte interior.
Con esta obra, mejoraremos el servicio y la calidad, y además, se abrirá la puerta a empresas que contribuyan a mantener la población en el territorio.
Resaltó.
No obstante, Pradas subrayó la necesidad de más inversiones para abordar el despoblamiento en las zonas del interior e instó al Gobierno de España a mejorar las conexiones por carretera. «Es esencial prolongar la CV-10 para conectar la comarca desde el interior a través de la A-7«, precisó, considerando esta acción como «prioritaria para fortalecer la cohesión territorial y social» al unir Castellón con Tarragona de manera más directa.
Además, la consellera visitó la cooperativa agraria Les Alborades de La Jana durante el sábado y mostró interés por la situación de la planta centrada en la producción de aceite. «Es un producto muy afectado por la sequía, que ha provocado una cosecha de olivas reducida», afirmó.
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