Satse denuncia que varios apartados de la instrucción sugieren la "obligación" de los docentes para administrar medicación.
El sindicato de enfermería Satse ha presentado un recurso de reposición ante la Conselleria de Sanidad exigiendo la paralización de la instrucción que establece la figura de la enfermera referente escolar (ERE). Esta instrucción incluye la función de enseñar a los profesores a administrar medicación, una tarea que, según el sindicato y la normativa sanitaria de la Comunitat, excede las competencias de los docentes y no está respaldada por ninguna regulación legal.
En un comunicado, Satse denuncia que varios apartados de la instrucción sugieren la «obligación» de los docentes para administrar medicación, con frases como: «en caso de que el alumno necesite tomar medicación durante su permanencia en el centro, la administración será responsabilidad del personal docente» o «la ERE colaborará en la resolución de dudas sobre la administración de medicamentos», así como la «administración de medicación por personal docente no sanitario«.
El sindicato advierte que estas frases dan la impresión de que la instrucción busca evitar que la ERE se desplace desde el centro de salud al centro educativo durante el curso escolar y en horario lectivo. Satse critica que la iniciativa de la enfermera escolar parece reducirse a que las enfermeras de los centros de salud se conviertan en asesoras de los profesores en cuestiones de administración de medicación.
Además, Satse señala que la Conselleria no está creando las 300 plazas prometidas para enfermeras escolares, sino que está buscando enfermeras voluntarias en los centros de salud y, en caso de no encontrarlas, las designará a dedo. El sindicato aclara que no hay falta de enfermeras, ya que las contratadas para sustituciones de verano cesarán el 30 de septiembre; la razón aparente es la falta de voluntad por parte de la Conselleria.
Satse cuestiona el horario de atención escolar que tendrán estas enfermeras, el impacto en la asistencia sanitaria de los usuarios actuales y si se les impondrá una sobrecarga de trabajo. La gran pregunta que plantea el sindicato es dónde están los 15 millones de euros presupuestados para contratar las 300 enfermeras escolares prometidas por la Conselleria de Sanidad.
Autorización de los padres
Satse también critica que la instrucción contra la que ha presentado el recurso de reposición incluye un ‘Modelo de autorización del padre, madre o tutor legal y solicitud a la persona responsable de la dirección del centro para suministrar medicación u otra atención sanitaria en horario escolar’. El sindicato afirma que este modelo se distribuirá pronto para que los padres firmen su consentimiento para que el personal no sanitario del centro educativo administre medicación o atención específica, cuando, en realidad, estas tareas deberían ser competencia de la enfermera escolar.
Mayor presión asistencial
Satse advierte que este «problema» generado por la Conselleria de Sanidad no solo afecta a los profesionales de enfermería en los centros de salud, sino también a los ciudadanos que experimentarán una deterioración en la atención debido a la mayor presión asistencial y a la reducción de recursos de enfermería. Además, el sindicato predice que los padres de niños y jóvenes seguirán sin contar con una enfermera escolar que pueda atender a sus hijos con enfermedades crónicas durante el horario escolar, proporcionándoles una adecuada integración, atención en urgencias y educación en prevención de enfermedades.
El sindicato recuerda al conseller Marciano Gómez que «la palabra dada está para cumplirla», subrayando que los compromisos adquiridos con la ciudadanía y con los profesionales de la salud deben ser respetados y cumplidos.
CSIF, el Colegio de Enfermeros, asociaciones de Enfermería Escolar y entidades del sector exigen a Sanitat que “rectifique” y “aplique un verdadero modelo” de enfermería de referencia escolar
Por su parte, representantes de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), junto con la presidenta de la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar (ACEESE), Engracia Soler; la presidenta de ACEESE-CV, Silvia Chamorro; la presidenta nacional de la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE), Natividad López Langa; la vocal de AMECE en la Comunitat, Itzíar Ferragud; Raquel Martínez Sánchez, vocal del Colegio de Enfermería de Castellón; y Martín José Flores Saldaña, coordinador del postgrado en Enfermería Escolar de la Universitat Jaume I de Castellón, junto con otros profesionales de la enfermería, se reunieron en Castellón para evaluar la situación actual respecto a la implementación de la figura de la enfermera escolar en la Comunitat Valenciana.
Los representantes expresaron su “malestar” y “preocupación” por la reciente “instrucción de la Conselleria de Sanitat” que establece la figura de la enfermera de referencia escolar (ERE). Este modelo, según argumentan, no solo implica una carga adicional para el personal de enfermería de Atención Primaria, sino que tampoco asegura la presencia de profesionales de enfermería en los centros educativos, ya que el modelo propuesto no contempla esta figura en los colegios.
Además, consideran que la Conselleria está “usurpando competencias profesionales de la enfermería”, obligando a los docentes a asumir responsabilidades para las que no están capacitados en términos de formación sanitaria. Cabe recordar que en 2021, a solicitud del Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (CECOVA), el Tribunal Superior de Justicia anuló una instrucción del entonces conseller de Educación, Vicent Marzá, que obligaba al personal docente a administrar medicación al alumnado.
Los representantes del sector han señalado que la Conselleria de Sanitat está incumpliendo el acuerdo firmado en Les Corts Valencianes el pasado 21 de marzo, que comprometía la implementación del modelo de enfermería escolar previsto en la Iniciativa Legislativa Popular respaldada por más de 15.000 firmas y presentada al parlamento valenciano por CSIF.
En este contexto, advierten que, si el Consell no rectifica, el alumnado podría no contar con la cobertura sanitaria necesaria, se dificultaría el desarrollo adecuado de las tareas docentes y lectivas en los centros educativos, y se saturaría aún más la Atención Primaria, que ya está colapsada.