Desde la llegada del técnico asturiano, el Villarreal ha recuperado su mejor versión y se ha consolidado como uno de los equipos más destacados de LaLiga.
Se cumple un año desde el regreso de Marcelino al banquillo del Estadio de la Cerámica. La vuelta del técnico asturiano generó gran entusiasmo entre la afición grogueta, que recordaba con cariño su exitosa primera etapa al frente del Submarino Amarillo. Durante aquel período, Marcelino lideró el retorno a Primera División, consiguió una clasificación para la Champions League y alcanzó las semifinales tanto de la Europa League como de la Copa del Rey.
Con el respaldo de esos logros, Marcelino llegó nuevamente a Vila-real a mediados de noviembre, en un momento crítico para el club. Consciente de la difícil situación, en su primera comparecencia pidió tiempo y paciencia a los seguidores, comprometiéndose a trabajar incansablemente para cambiar el rumbo del equipo. En ese momento, el Submarino estaba en la parte baja de la tabla, con solo 12 puntos tras 13 jornadas.
El inicio no fue sencillo. Las primeras semanas estuvieron marcadas por altibajos, ya que tanto el técnico como los jugadores necesitaban tiempo para adaptarse a la nueva dinámica de trabajo. Sin embargo, a mediados de enero, el equipo mostró una transformación radical. Marcelino y su cuerpo técnico lograron imprimir su sello, y el equipo comenzó a obtener resultados importantes, incluyendo victorias de gran prestigio en campos complicados como los del FC Barcelona, Real Sociedad y Real Betis.
Esta evolución marcó el inicio de una espectacular remontada que llevó al Submarino a competir por los puestos europeos, un objetivo que parecía imposible a la llegada del entrenador. Finalmente, el Villarreal cerró la temporada en la octava posición con 53 puntos, tras una segunda vuelta con nivel de Champions League.
El cierre de la temporada dejó un excelente sabor de boca entre la afición amarilla, que esperaba con entusiasmo el inicio de una nueva campaña. En esta segunda etapa, Marcelino está superando nuevamente las expectativas. El equipo ha encontrado la regularidad y está logrando grandes resultados: actualmente ocupa la cuarta posición en la tabla, con un partido menos, y ha sumado 24 puntos en 12 encuentros, con un balance de siete victorias, tres empates y solo dos derrotas. Un desempeño brillante en el primer año de la segunda era Marcelino.