Fiscalía: "Para respaldar su engaño, el acusado habría creado resoluciones judiciales falsas llegando incluso a citar a la víctima en múltiples ocasiones para un juicio ficticio que siempre se posponía".
La Sección Segunda de la Audiencia de Alicante llevó a juicio este martes a un abogado acusado de cometer un fraude en el proceso legal de una clienta. La víctima se vio obligada a vender su casa en Suiza, donde residía, para hacer frente a las continuas demandas de dinero por parte del abogado. Según la Fiscalía, la clienta llegó a entregar al letrado hasta 226.000 euros.
El ministerio público considera al abogado culpable de un delito continuado de falsedad documental en combinación con un delito de estafa agravada, y solicita una condena de cuatro años de prisión. Además, pide una indemnización de 535.000 euros para la mujer, que ya ha fallecido, debido al perjuicio económico que sufrió, los gastos de los viajes y los daños psicológicos ocasionados por la conducta del acusado.
El acusado ha negado las acusaciones en su contra y ha argumentado que los correos electrónicos presentados como evidencia no los envió él, ya que se comunicaba con la víctima a través de WhatsApp y videollamadas por internet. Además, ha afirmado que la cantidad de dinero que recibió de la denunciante mientras la representaba fue menor de lo señalado.
De acuerdo con la versión del acusado, la cliente le encargó el caso relacionado con la tutela de su padre, quien quedó en estado vegetativo debido a un accidente y recibió una indemnización. Según sus afirmaciones, la víctima necesitaba asesoramiento legal para gestionar el patrimonio de su progenitor y buscaba un «escudo jurídico».
La fiscalía sostiene que existen pruebas documentales, como una gran cantidad de correos electrónicos, entre otras, que demuestran claramente el engaño cometido por el acusado, aunque las declaraciones de la denunciante no serán tomadas en cuenta por el tribunal.
Según la acusación pública, el abogado engañó a su cliente, residente en Suiza, durante el proceso judicial. Según afirma la fiscalía, la víctima contactó al letrado en octubre de 2011 para que se ocupara de un caso de apropiación indebida por parte de algunos familiares de su padre, quienes supuestamente le habían robado dinero de sus cuentas bancarias.
El acusado hizo creer a la mujer que iniciaría un procedimiento legal y le exigió dinero en concepto de provisiones de fondos, depósitos y fianza. Según sostiene la fiscalía, la mujer le entregó hasta 226.000 euros.
Para respaldar su engaño, el acusado habría creado resoluciones judiciales falsas, llegando incluso a citar a la víctima en múltiples ocasiones para un juicio ficticio que siempre se posponía. Además, hizo creer a la mujer que sus familiares habían sido detenidos y que había presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional.
La perjudicada se vio obligada a vender su casa en Suiza para hacer frente a las continuas demandas de dinero por parte del acusado.
Después de descubrir que el abogado no estaba llevando a cabo las acciones legales de las que supuestamente la informaba, el procesado le indicó a la mujer que no se presentara en el juzgado. Sin embargo, ella acudió y le informaron que no existía ningún procedimiento abierto a solicitud de ese abogado.
La defensa ha solicitado la nulidad del proceso argumentando que se llevaron a cabo diligencias durante la fase de instrucción fuera del plazo legalmente establecido, una petición que ha sido rechazada por el tribunal. Asimismo, solicita la absolución de su cliente al considerar que no se ha demostrado la autenticidad de la versión de la denunciante ni se han presentado pruebas concluyentes.