Y septiembre no ha hecho más que empezar.
Sí, así empezó y terminó la anterior entrega. Y septiembre no ha hecho más que empezar porque, aparte de que el calendario nos diga que estamos a principios de mes, es entrañable pero lento. Se me ocurre un término para referirme a esta temporada; ahora que está tan de moda anteponer el adjetivo “slow”(lento) a otros nombres: slowfood (vamos, para entendernos, la de siempre, local, cocinadito lenta y rico), slowfashion o slowtourism(lo mismo, pero con la ropa y las vacaciones), podríamos hablar de slowseptember, en el sentido no solo de pasar poco rápido sino también como sinónimo de eso, de cordial, de lo de todos los días, de lo de toda la vida.
¿Y qué es lo de toda la vida? Pues me van (o vais) a perdonar que sea iterativa, pero lo que parece que es de siempre por el tiempo que lleva entre nosotros es el calor. Yo estoy durmiendo exactamente a la misma temperatura que hace cuatro meses, y despertando con un calco de la de entonces. La diferencia es que en algún momento de la madrugada varía algo, un poco, poquísimo, lo que marca el termómetro; por lo demás, todo igual.
Y va lento por eso, porque se parece mucho a otras semanas anteriores, porque la vuelta al cole está siendo de campeonato, porque algunos vamos arrastrándonos como sin fuerza ya, y septiembre no ha hecho más que empezar.
Si algún consuelo tengo es que ya queda menos (¿menos?!!!) para el invierno. Ese invierno tan de aquí, tan suave, que casi parece que sea una prolongación del verano; no sería la primera vez que en diciembre estamos durante el día a 20 grados. Ese invierno que más lo es por lo que dice el calendario y por las horas de oscuridad que por la temperatura en sí; bueno, eso y que por algunas calles, por algunos barrios, no hay nadie, nadie. Pero ¿Dónde está toda esa gente que ha abarrotado y abarrota los exteriores en la época estival? ¿Dónde están los dueños de todos los coches que se ven aparcados? Desaparece, sin más.
Pero bueno, eso será en invierno, de momento estamos disfrutando de este mes, de este septiembre que no ha hecho más que saludarnos. Y que, pese a todo, me gusta, tiene un no sé qué es, pero me gusta.
Vale, y no voy a hablar de septiembre todas las semanas, lo acabo de decidir.
A pasar buen mes.
Elena Rodríguez
Docente discente.