El empresario libanés beneficiario finalmente recibió el órgano de su propio hijo.
Cinco acusados han sido condenados por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia a penas de entre ocho meses y tres años y tres meses de prisión por captar personas sin recursos para obtener un trasplante ilegal de hígado para uno de ellos.
La Sala los considera autores de un delito de promoción, favorecimiento o facilitación de trasplante ilegal de órganos humanos ajenos. Se aprecia la atenuante de dilaciones indebidas, ya que el proceso judicial ha durado cerca de diez años.
Los hechos ocurrieron en 2013, cuando un empresario libanés, con una enfermedad hepática que requería un trasplante de hígado, buscó ayuda para encontrar un donante. En un principio, su hijo se hizo pruebas para ser donante, pero los médicos le dijeron que tenía un hígado pequeño y la operación podría poner en riesgo su salud.
Los sobrinos del empresario y un conocido se reunieron con personas necesitadas y les ofrecieron cantidades de dinero para que fueran donantes. Incluso llegaron a acompañar a algunos de ellos a una clínica en Valencia para hacerles pruebas y gastos que fueron pagados por la empresa de los sobrinos del empresario.
Uno de los intermediarios recibió la mayor condena, tres años y tres meses de prisión, debido a su papel crucial y ánimo de lucro. Los dos sobrinos del empresario fueron condenados a tres años y un día de prisión, mientras que el hijo del empresario fue condenado a un año, seis meses y un día de prisión. El propio empresario fue condenado a ocho meses y un día de prisión.
Los acusados se declararon inocentes en la segunda vista, pero en el primer juicio, cuatro de ellos aceptaron los hechos y evitaron la prisión. La sentencia no es firme y puede ser apelada ante el Tribunal Supremo.