Las obras contribuyen a construir una ciudad más humana y sostenible, con menos coches, menos emisiones de CO2, personas menos sedentarias y, en consecuencia, más sanas.
Las obras de la Avenida de Lidón de Castelló continúan progresando adecuadamente. Todavía falta bastante para acabarlas pero los trabajos van tomando forma y creo que es justo decir que cuentan con una más que notoria aprobación por parte de la ciudadanía.
Me explico. Cada día son más las personas que transitan a pie por esta zona, todavía en obras, que ya se ha convertido en una vía de paseo para muchos viandantes que, a diario, caminan por ella a cualquier hora.
Me llamó la atención la cantidad de gente que pasaba por allí el pasado domingo 13 de noviembre a media mañana, circunstancia que me hace pensar que cuando la remodelación esté definitivamente concluida esta avenida se va a convertir en una senda muy concurrida.
Una avenida para las personas, no para los coches, por la que resulta un auténtico placer caminar en solitario, pareja o familia. E, incluso, correr.
Frente a los PPolíticos agoreros a los que solo interesa hacer ruido y a los perennes colaboracionistas #PresuntosLíderesVecinales, la ciudadanía parece apostar claramente por Lidón como lugar de paso y espacio de uso y disfrute en el que, además, el Parque de Rafalafena abandona la clandestinidad nocturna con la que nació para quedar plenamente integrado en el entorno en una ciudad mucho más humana.
Humana y sostenible, con menos coches y menos emisiones de CO2 y con personas menos sedentarias, cuya salud mejora.
No sobran los motivos para oponerse a la nueva avenida, aunque tal vez sí, las urgencias electorales, porque no hay quien resista dos derrotas consecutivas.
Rafa García. Periodista
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