Sin rastro de los dos presos fugados de la cárcel de Picassent

La Guardia Civil continúa trabajando en un intenso dispositivo de búsqueda para localizar a dos presos que lograron escapar del centro penitenciario Antoni Asunción de Picassent la noche del pasado sábado. Este operativo está siendo liderado por la Policía Judicial, aunque, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno, el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado también se encuentran en alerta.

La evasión de los internos tuvo lugar después del recuento nocturno de los presos, que se realiza alrededor de las 21:00 horas. Según fuentes del sindicato Acaip, la fuga habría sido posible debido a las «deficiencias en materia de seguridad» del centro, uno de los más antiguos del país.

Los reclusos, identificados como Sergio C. D. y David M. G., ambos de nacionalidad española y con condenas por delitos contra la propiedad, se encontraban recluidos en el módulo 2, destinado a presos conflictivos. Según las primeras investigaciones, la huida se habría producido entre las 21:00 y las 23:00 horas, aprovechando un alboroto en la prisión. Durante ese tiempo, muchos internos seguían el partido de fútbol entre el FC Barcelona y el Atlético de Madrid a través de la radio desde sus celdas, lo que habría cubierto el ruido causado por los fugados.

Reconstrucción inicial de la fuga

De acuerdo con la reconstrucción inicial de los hechos, los dos internos lograron abandonar sus celdas, forzaron los barrotes de una ventana utilizando una barra, y se descolgaron hacia el patio con una soga que fabricaron a partir de sábanas. Ya en el patio, se dirigieron al portón destinado al acceso de mercancías en el centro penitenciario. Tras forzar el portón, abandonaron el recinto sin ser detectados por los efectivos de la Guardia Civil encargados de la seguridad del centro.

Instituciones Penitenciarias ha confirmado que los hechos fueron puestos en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad para iniciar la investigación con el objetivo de proceder a la captura de los fugados. Por su parte, un portavoz del sindicato Acaip-UGT, el mayoritario entre los funcionarios, denunció que la cárcel de Picassent «está obsoleta«, destacando que «las instalaciones son viejas y muchos sistemas de seguridad pasiva no funcionan«, y subrayó que actualmente «no tiene condiciones para albergar a internos con perfiles conflictivos«.

Con esta doble fuga, ya son 24 los evadidos en las cárceles españolas desde 2003, según la estadística oficial de Instituciones Penitenciarias. Esta cifra representa una pequeña parte de los más de 10.000 quebrantamientos de condena registrados en los últimos dos decenios, de los cuales la mayoría se debieron a reclusos que aprovecharon permisos para no regresar a prisión. También se han producido fugas durante salidas para acudir a los juzgados, visitas hospitalarias o actividades culturales fuera de la cárcel. A finales de noviembre, la población reclusa en España ascendía a 59.513 personas, aunque alrededor de 80.000 internos pasan por las cárceles del país cada año, según fuentes penitenciarias.

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Fotografía portada: Archivo. Guardia Civil.