AVA-ASAJA: "No ceder al chantaje de la CGA y de momento, cerrar las fronteras a los cítricos provenientes de Sudáfrica".
La difusión por parte de la Unión Europea (UE) de informes sobre la detección de plagas y enfermedades en las importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica y otros países terceros ha reavivado las tensiones entre la industria citrícola europea y la sudafricana.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) califica de «alarmante» la respuesta emitida por la Asociación de Productores de Cítricos de Sudáfrica (CGA, por sus siglas en inglés), la cual, en lugar de reconocer las reiteradas interceptaciones de frutas infestadas con plagas y comprometerse a mejorar los controles para garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos a Europa, acusa a la UE de imponer regulaciones irrazonables relacionadas con la mancha negra (Phyllosticta citricarpa). La CGA incluso solicita al gobierno sudafricano que presente una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por cuestiones de proteccionismo.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, enfatiza,
Las justificaciones, acusaciones y amenazas emitidas por los productores sudafricanos en respuesta a las 22 detecciones de mancha negra en lo que va de temporada (en comparación con una en 2022 y dos en 2021) demuestran únicamente su incapacidad o falta de voluntad para cumplir con las normas mínimas de seguridad fitosanitaria establecidas para prevenir la entrada y propagación de esta enfermedad cuarentenaria.
Por lo tanto, Aguado insta a la UE a «no ceder al chantaje de la CGA y a cerrar las fronteras a los cítricos provenientes de Sudáfrica hasta que el país pueda garantizar la seguridad fitosanitaria».
Frente a las declaraciones de la CGA de que la mancha negra «es un problema estético que solo afecta a un pequeño porcentaje de la fruta exportada debido a las medidas de control», AVA-ASAJA sostiene,
Se trata de una enfermedad con efectos devastadores que, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), se adapta perfectamente al clima mediterráneo. De hecho, ya está propagándose en la citricultura de Túnez y se ha detectado un caso positivo en cargamentos provenientes de Egipto.
En otro sentido, AVA-ASAJA considera «preocupante que la CGA incluso cuestione el sistema de evaluación que determina la cantidad de detecciones de mancha negra«. El comunicado sudafricano afirma,
Se ha establecido un patrón de calificaciones incorrectas de CBS. En Bélgica y Portugal, las pruebas de CBS han demostrado ser poco confiables y han arrojado resultados falsos positivos. Por ejemplo, Portugal informa haber interceptado CBS entre la fruta del Cabo Occidental, aunque se ha demostrado que esta plaga está completamente ausente en la provincia.
En este contexto, Aguado demanda «aclaraciones exhaustivas con respecto a este resultado falso positivo y, en caso de que la enfermedad haya ingresado en el Cabo Occidental, que esta región se incluya entre las afectadas por la mancha negra».
Falsa polilla
Por otro lado, la asociación agraria valenciana resalta que «la CGA no ha mencionado en absoluto las dos detecciones de la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta) en cargamentos de naranjas y pomelos. Nosotros sí damos la relevancia que merece. Si ha habido una interceptación en naranjas, eso indica que Sudáfrica no está llevando a cabo de manera adecuada el tratamiento en frío, ya que este procedimiento debería prevenir la presencia de dicha plaga. Y si se ha detectado la presencia de la plaga en pomelos, esto nos lleva a insistir una vez más en la necesidad de extender el tratamiento en frío a los pomelos y las mandarinas, ya que representan el mismo riesgo fitosanitario».
Aguado concluye afirmando,
La UE no puede permitirse ser vista como la antagonista. Todas las potencias citrícolas establecen las medidas necesarias para prevenir la introducción de nuevas plagas y enfermedades. La UE no debe doblegarse ante los principales importadores de productos vegetales, sino que debe afirmar de manera contundente ‘no’ a la globalización de las plagas y ‘sí’ a la seguridad fitosanitaria europea, especialmente considerando que la legislación comunitaria es la más restrictiva en cuanto al uso de sustancias activas fitosanitarias. Por lo tanto, carecemos de soluciones efectivas contra estas amenazas.
Concluye.