Tarde y mal

Tarde y mal

Con la venia: ¿Quién carajo diseñó el operativo?

 

¿Cuál de los Equipos Asesores ensambló el programa? ¿Se puede ser más inepto? Una visita institucional como esta no es solo una suma de errores: es un insulto.

Después de tantos días sin hacer acto de presencia, con el desastre en carne viva, los domicilios inhabitables y la cifra de cadáveres subiendo, me pregunto qué puñetas se esperaba encontrar en destino.

¿De verdad alguien pensó que se recibiría a la comitiva con vítores? ¿ Qué habría sonrisitas agradecidas ante las cámaras? ¿Aplausos en corro? ¿Adioses emocionados cuando la caravana se alejara? Hay que ser obtuso para tener tal garabato en la sesera.

No veo porqué no se ha seguido el sistema clásico, el que concreta lideratos, el que el ciudadano recibe bien, el que está en la primera página del Manual de Gestión de Emergencias porque funciona. Es decir; el Canon Helmut Kohl de 1997.

Como hizo el Canciller, hay que llegar -lo más tarde al día siguiente- con el impermeable mojado y las katiuskas puestas, declarar: «No vengo a hacerme la foto; vengo a ayudar,» y llevar los medios, que al Estado no le faltan, con toda urgencia.

Luego ya hablaremos de las competencias departamentales y los cuernos interpares.

El único que ha sacado algo en limpio ha sido el Equipo de la Real Casa, porque el Jefe del Estado se atuvo al guión que se le preparó.

El aguante ante las pellas de barro y los insultos, el cara a cara con los vecinos, los abrazos dados con oportunidad, y sobre todo el rechazo a refugiarse tras el paraguas, son detalles que -bien dosificados en los medios- rinden fruto a la hora de salvarle la cara al personaje y a la institución que representa.

Aparte de este pequeño logro, el desempeño general ha sido una putapena, por lo que era lógico el enfado del pueblo harto ya de miedo y desamparo. Y cuando esto sucede, más de un afectado pierde la paciencia.

Me temo que varios ciudadanos de a pie pagarán caro un rapto de ira, en tanto que la incompetencia lesiva saldrá casi gratis, porque la perpetraron algunos Ungidos.

Resumiendo: hay que que recordar que dar consuelo a quien lo necesita es un trabajo serio, y pierde su valor cuando es tardío.

En este caso se ha trabajado tarde. Por tanto mal.
Muy tarde y muy mal.
Convendrá no olvidarlo.

Manolodíaz.