
El fraude telefónico, particularmente a través de técnicas de suplantación de identidad, se ha convertido en una amenaza creciente.
Telefónica ha dado un paso firme en la lucha contra las estafas telefónicas al implementar de manera proactiva el bloqueo de llamadas y mensajes SMS internacionales que utilizan numeración española sin cumplir con las condiciones legales de roaming. Esta iniciativa, que afecta a sus marcas Movistar y O2, se adelanta a la normativa impulsada por el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, la cual obliga a todas las operadoras españolas a aplicar estas medidas antes del 7 de junio de 2025. Con esta acción, la compañía busca frenar el creciente problema del spam telefónico y las ciberestafas, protegiendo a sus clientes de prácticas fraudulentas como el spoofing de identificador de llamadas (Caller ID).
Una respuesta al auge de las estafas telefónicas
El fraude telefónico, especialmente mediante técnicas de suplantación de identidad, se ha convertido en una amenaza cada vez más común. Los ciberdelincuentes aprovechan números con prefijo español (+34) para simular que las llamadas provienen de entidades confiables, como bancos, empresas de servicios o instituciones públicas, con el objetivo de engañar a los usuarios y obtener datos personales o financieros. Según datos del Ministerio del Interior y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), este tipo de estafas ha crecido significativamente en los últimos años, causando pérdidas millonarias y erosionando la confianza en las comunicaciones electrónicas.
Telefónica, consciente de esta problemática, ha decidido no esperar al plazo oficial y ha comenzado a filtrar tanto llamadas como SMS que utilicen numeración española de forma fraudulenta desde el extranjero. La medida excluye las comunicaciones legítimas realizadas por clientes en roaming, garantizando que los usuarios que viajan no se vean afectados. Además, la compañía ha implementado sistemas para detectar y bloquear comunicaciones con identificadores vacíos o numeraciones no asignadas, señales habituales de actividad maliciosa.
Colaboración con autoridades y nuevas regulaciones
La acción de Telefónica se alinea con la Orden TDF/149/2025, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 12 de febrero de 2025, que establece un paquete de medidas para combatir las estafas de suplantación de identidad. Esta normativa, impulsada por el Ministerio de Transformación Digital y Función Pública, incluye varias disposiciones clave:
Bloqueo de numeraciones no asignadas: Desde el 7 de marzo de 2025, las operadoras deben bloquear llamadas y SMS con números no atribuidos a ningún servicio, operador o cliente, como aquellos que comienzan por 3 ó 4, los cuales no están asignados en el plan nacional de numeración.
Prohibición de llamadas internacionales con numeración española: A partir del 7 de junio de 2025, se bloquearán las comunicaciones internacionales que simulen un origen nacional, salvo en casos de roaming legítimo.
Registro de alias alfanuméricos: La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) creará una base de datos para registrar códigos alfanuméricos utilizados en mensajes SMS, como nombres de empresas. Los mensajes con alias no registrados serán bloqueados a partir del 7 de junio de 2026.
Restricciones a llamadas comerciales: Desde el 7 de junio de 2025, las empresas no podrán usar números móviles para llamadas comerciales no solicitadas, limitándose a numeraciones geográficas o prefijos 800 y 900.
Telefónica ha mostrado su compromiso con estas regulaciones al colaborar activamente con la CNMC en el desarrollo del registro de alias y al implementar medidas técnicas avanzadas para controlar el tráfico de sus redes. Según fuentes de la compañía, Movistar también trabaja con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para desmantelar redes de estafadores, reforzando su estrategia de ciberseguridad.
Impacto y beneficios para los usuarios
La decisión de Telefónica de anticiparse a la normativa tiene como objetivo principal aumentar la seguridad y confianza de sus clientes. Al bloquear estas comunicaciones fraudulentas, la compañía busca reducir las molestias causadas por el spam telefónico y proteger a los usuarios de posibles estafas. Por ejemplo, Movistar ha implementado barreras adicionales, como el envío de códigos OTP (contraseñas de un solo uso) con advertencias claras para evitar que los clientes compartan información sensible con terceros.
Además, la prohibición de usar números móviles para llamadas comerciales permitirá a los usuarios identificar más fácilmente las comunicaciones legítimas, ya que estas deberán provenir de prefijos reconocibles. Esta transición, que Movistar ya está facilitando, busca minimizar el impacto en las empresas que dependen de las comunicaciones telefónicas para sus operaciones.
Un modelo a seguir en Europa
El plan español contra el fraude telefónico, respaldado por medidas como las de Telefónica, se inspira en experiencias exitosas en otros países europeos. Por ejemplo, Finlandia ha logrado reducir las estafas por suplantación de identidad en un 90% con regulaciones similares. Según el Ministerio de Transformación Digital, el objetivo es replicar este éxito, fortaleciendo la protección de consumidores y empresas frente a un problema que, según el Banco de España, ha generado un aumento del 500% en intentos de fraude en la última década.
Perspectivas futuras
Aunque las medidas de Telefónica y la nueva normativa representan un avance significativo, el éxito a largo plazo dependerá de la colaboración entre operadoras, reguladores y autoridades. Los ciberdelincuentes son conocidos por adaptarse rápidamente a las nuevas restricciones, por lo que será crucial mantener una vigilancia constante y actualizar las estrategias de prevención. Por ahora, la anticipación de Telefónica envía un mensaje claro: la lucha contra el fraude telefónico es una prioridad, y los usuarios pueden esperar un entorno de comunicaciones más seguro y confiable.
Con estas acciones, Telefónica no solo cumple con su responsabilidad como operador líder, sino que establece un estándar para la industria. Solo el tiempo dirá si estas medidas logran erradicar el spam y las estafas telefónicas, pero el primer paso ya está dado.