No se entiende por qué PP y Vox impiden la comisión de investigación a Ramírez si de verdad no hay nada que ocultar.
El concejal de Movilidad, Medio Ambiente y Juventud del Ayuntamiento de Castellón, Cristian Ramírez, pinta mucho en el Partido Popular de Castelló, tanto que goza de la entregada e incondicional defensa de la alcaldesa, Begoña Carrasco, quien en su afán protector no ha dudado en romper el fervor de Alberto Núñez Feijóo por las comisiones de investigación. La primera edil se ha empleado a fondo para impedir que la oposición ponga en un aprieto al regidor que en enero fue acusado por el Grupo Municipal Socialista del presunto impago de 134 multas por aparcamiento indebido en la zona azul. Por lo tanto, no habrá comisión de investigación.
Asegura el refranero español que “algo tendrá el agua cuando la bendicen” y en Castelló lo corroboran Partido Popular y Vox al evitar un desagradable trago al protagonista del Ramírezgate. En un primer momento Carrasco afeó la actitud de su concejal pero desde entonces lo ha venido salvando con un inexplicable entusiasmo. Una tarea a la que ha sumado al representante local del partido ultra que proclama “nos van a oír” [en Europa] mientras aquí pastelea para impedir que se sepa la verdad sobre el escándalo de la zona azul. Esto parece un “hoy por ti, Begoña, y mañana por mi”, firmado por Antonio Ortolá.
Con la declaración de las personas clave y aportando la pertinente documentación oficial se podría saber toda la verdad del caso de las 134 multas presuntamente impagadas.
La postura del equipo de gobierno no se comprende si de verdad no hay nada que esconder. Porque con la declaración de las personas clave, fundamentalmente funcionarios, y con la aportación de la pertinente documentación oficial, todo quedaría aclarado. Entonces, ¿por qué se opta por el oscurantismo? ¿Hay gato encerrado, torpeza, temor a lo que Ramírez pueda saber, callar o contar, o simplemente aquello de no tentar la fortuna porque las comisiones de investigación las carga el diablo?
Lo que queda claro es que los populares no se andan con chiquitas y optan por matar al mensajero [de forma figurada, aclaro, no quiero querellas]. Por ello, una vez que el socialista Jorge Ribes destapó en el pleno el asunto de las multas se apresuraron a ir a los tribunales para poner una denuncia por la vía penal por “descubrimiento y revelación de secretos”. Mi pregunta es: ¿secretos ciertos o inciertos?
La denuncia del PP al socialista Jorge Ribes con una petición de hasta cuatro años de cárcel es un aviso a navegantes ante posibles futuras denuncias de irregularidades.
El proceder del PP resulta claramente intimidatorio, supone un aviso a navegantes porque más allá de que se denuncien hechos verdaderos o falsos transmite el mensaje de que quien ose hacer nuevas denuncias corre el riesgo de verse acusado en los juzgados. Por lo tanto, una vez que se ha sabido que Ribes se expone a una condena de hasta cuatro años, muchos llegarán a la conclusión de que “calladitos estamos más guapos” porque puede salir mucho más caro desvelar la presunta comisión de graves irregularidades que cometerlas.
Así estamos en Castelló este 3 de junio de 2024, Día Mundial de la Bicicleta, en el que para evitar problemas de multas, recomendamos al edil de la zona azul, Cristian Ramírez, que se mueva por la ciudad haciendo uso del Bicicas.
Rafa García. Periodista
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