El Ministro Illa, ese que tiene el don de multiplicarse como el pan y los peces para convertirse en comité de expertos, anuncia hoy que cierra las discotecas y bares de copas y prohíbe fumar en la calle si no hay distancia adecuada. El “iluminado” máximo responsable de nuestra sanidad propone, entre otras...
El Ministro Illa, ese que tiene el don de multiplicarse como el pan y los peces para convertirse en comité de expertos, anuncia hoy que cierra las discotecas y bares de copas y prohíbe fumar en la calle si no hay distancia adecuada.
El “iluminado” máximo responsable de nuestra sanidad propone, entre otras aún más absurdas, las siguientes medidas:
- Cierre de discotecas, salas de baile y bares de copas con y sin actuaciones musicales en directo.
- Garantía de distancia social en la hostelería de un metro y medio de distancia entre mesas, con 10 personas como máximo por grupo.
- Hostelería, restauración, terrazas y bares/restaurantes de playa tendrán que cerrar a la una de la madrugada y no podrá admitirse a nuevos clientes desde las 00:00 horas.
- Aumento de los controles para evitar el consumo de alcohol en la vía pública.
- Prohibición de fumar al aire libre cuando no se pueda mantener la distancia de 1,5 metros.
Es decir lo mismo que antes con un matiz demoledor para nuestra hostelería y turismo, el cierre de los establecimientos, al menos el acceso a los clientes, a partir de la 00.00 horas.
Que obsesión han cogido con los horarios, creo que han llegado a autoconvencerse de que el Covid-19 mata por la noche, descansa de día y que tiene preferencia con la hostelería.
Yo creo que no. Es un toque de queda encubierto para mantenernos en casita y calladitos ante su nefasta gestión y contradicciones con las medidas que toma el resto de Europa.
Si miramos más allá de nuestras narices puede que sea aún más peligrosa su intención y lo que buscan es la destrucción total de nuestra primera fuente de ingresos, el turismo, para quebrar definitivamente nuestra economía y crear un país de subsidiados dependientes del Estado que les permita perpetuarse en el poder, es decir, comunismo puro y duro.
Nada de tapas, ni compartir paellas, ni besos, ni abrazos. La familia es, para ellos, muy peligrosa y hay que destruirla. La sociedad, tal y como la hemos ido creando durante siglos, es su principal objetivo a destruir.
Ya vivimos, miren a su alrededor, en un país comunista, todo está prohibido y nuestras libertades individuales son continuamente quebrantadas.
Toda esta aberración se va a hacer en consenso con el gran cáncer de este país, las Comunidades Autónomas, que han aprobado por unanimidad el nuevo atentado a nuestra libertad liderado por Illa. La “marca blanca del PSOE”, el PP, está de acuerdo.
España, el pueblo español, debe reaccionar antes de que conviertan nuestro país en una Cuba, Venezuela o Rumanía cualquiera y nuestros hijos vean peligrar no solo su futuro sino su propia subsistencia.
Cuando consigan arruinar nuestra economía y los “españolitos” dependamos de un subsidio del Estado y de una cartilla de racionamiento para comer, habrán conseguido la masa borreguil que persiguen y el poder absoluto que su retorcida y pérfida mentalidad marxista anhela.
Aún estamos a tiempo…¡¡¡Despierta España!!!