El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana concede la moratoria para la ejecución de la Zona de Bajas Emisiones hasta diciembre de 2025.
Esta semana, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha notificado al Ayuntamiento de Castellón la aprobación de la solicitud de prórroga para la ejecución de las actuaciones financiadas por la Convocatoria del Programa de Ayudas a Municipios para la implantación de Zonas de Bajas Emisiones, estableciendo como nueva fecha límite diciembre de 2025.
La alcaldesa Begoña Carrasco ha expresado que este año adicional proporcionará la oportunidad de llevar a cabo el proyecto de Zona de Bajas Emisiones, que ha sido reorientado con la participación ciudadana. Esta reorientación tiene como objetivo evitar el cierre al tráfico de 745.000 metros cuadrados del casco urbano, según lo planteado en el proyecto inicial.
La alcaldesa destaca que no se pretende que el centro vuelva a saturarse de automóviles. En cambio, se utilizarán medidores de calidad del aire para identificar las calles específicas que se cerrarán temporalmente hasta que se restauren los niveles óptimos de calidad del aire. Estos dispositivos, junto con el trabajo de los Agentes de Movilidad Urbana, contribuirán al avance en sostenibilidad y accesibilidad.
Es importante recordar que, el 29 de julio, el nuevo gobierno municipal solicitó al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana una moratoria en la implementación del proyecto de Zona de Bajas Emisiones, buscando extender el plazo hasta diciembre de 2025. Diversas razones, como la complejidad y magnitud de los expedientes de contratación, cambios normativos y las elecciones municipales que llevaron a la formación de un nuevo gobierno municipal, motivaron esta extensión de plazos.
La alcaldesa enfatiza la importancia de no perder los ocho millones de financiación europea provenientes de los fondos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Se asegura el cumplimiento de un proyecto que se reorientó con la participación de los ciudadanos, y que mejorará la accesibilidad, preservará más de 200 plazas de estacionamiento en las calles afectadas y aumentará las áreas verdes y arboladas.
Begoña Carrasco señala que, después de reorientar el proyecto, se logró adaptarlo a la idiosincrasia de la ciudad y cumplir con las normativas europeas. Esto reducirá al mínimo el impacto en el sector comercial, ya que se seguirá permitiendo el acceso a los usuarios, aunque se implementarán medidas para reducir la velocidad del tráfico. Además, se ofrecerán aparcamientos disuasorios y autobuses lanzadera para facilitar el acceso al centro.
La aceptación por parte del Ministerio otorga un año adicional para completar las obras, que ya han comenzado en la zona norte de la ciudad.