
El Málaga se impuso 1-0 al CD Castellón con un gol de Chupete, aprovechando un error defensivo y consiguiendo manejar el partido
El pitido inicial en La Rosaleda trajo consigo las primeras emociones. El Málaga, empujado por una grada a reventar, fue el primero en acercarse al área de Gonzalo, aunque sin generar demasiado peligro en su intento.
Apenas habían pasado cinco minutos cuando Álex Calatrava tuvo en sus botas la oportunidad de abrir el marcador para el CD Castellón. Un error clamoroso de la defensa local permitió que el catalán robara un balón suelto. Con Israel Suero y Camara acompañándole en un tres contra uno, Calatrava decidió finalizar él mismo la jugada, pero su disparo fue bloqueado por la zaga andaluza. Instantes después, el Castellón volvió a rondar el gol: un pase largo de Alberto dejó solo a Cala, que, presionado por dos defensores, acabó forzando un córner.
El Málaga no se quedó atrás. Gonzalo tuvo que lucirse al detener un disparo a bocajarro de Lobete en el ecuador de la primera mitad, sacando una mano providencial. Sin embargo, la siguiente ofensiva fue letal: Chupete, tras una gran conducción en diagonal, sacó un disparo que, tras desviar en un defensor, terminó batiendo a Gonzalo para poner el 1-0 en el marcador.
Con ventaja, los locales supieron cómo manejar el partido, ralentizando el ritmo y cortando cualquier intento de reacción del Castellón. Aun así, los albinegros rozaron el empate antes del descanso: Camara sirvió un pase de la muerte a Chirino, pero Alfonso Herrero, bien colocado, tapó el disparo.
Un segundo tiempo de desgaste
La segunda mitad arrancó sin dueño claro. Ni Málaga ni Castellón lograban imponer su fútbol y el partido cayó en una fase de monotonía. El conjunto local movió el banquillo para refrescar piernas, mientras que el Castellón se veía superado, impreciso y sin chispa.
Hubo que esperar hasta el minuto 75 para ver un atisbo de peligro visitante. Una buena combinación entre Lottin y Calatrava acabó con un disparo forzado del atacante catalán, fácil para Herrero.
A falta de diez minutos, el Castellón apretó los dientes. Cala desbordó por la banda y puso un centro que Camara remató de tijera, aunque su disparo careció de fuerza y no inquietó al guardameta local.
Cuando más lo necesitaban, volvió a aparecer Gonzalo para mantener con vida a su equipo, ganándole un mano a mano a Kevin Medina y evitando el segundo tanto.
Ya en el descuento, hasta el propio Gonzalo subió a rematar un córner desesperado, pero el centro fue despejado por la defensa malaguista. Sin tiempo para más, el Málaga amarró tres puntos vitales, dejando al Castellón sin premio y con la permanencia cada vez más complicada.
Fotografía: X@CDCastellon