Una vez en tierra firme, el guardia civil presentaba dificultades respiratorias y fue atendido por los servicios médicos y trasladado al Hospital General de Castellón.
El incidente tuvo lugar el domingo por la tarde debido al fuerte viento que soplaba en ese momento, lo que generaba un mar agitado con fuerte oleaje y resaca, dificultando las actividades acuáticas y provocando que ondeara la bandera amarilla.
Un agente destinado en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Burriana, que se encontraba de descanso disfrutando del día en la playa junto a su familia, observó a tres niños que no podían salir del agua y estaban siendo arrastrados por la corriente.
A pesar del riesgo inminente de ahogamiento y las adversas condiciones del mar, el agente no dudó en lanzarse al agua y nadar hasta los niños.
Aunque los pequeños estaban agotados y asustados, el agente logró transmitirles palabras de calma mientras los guiaba hacia la zona de las rocas para intentar el rescate desde allí.
Junto con otras dos personas que también se adentraron al agua para ayudar, el guardia civil pudo sacar a los niños y ponerlos a salvo. Sin embargo,
Debido al esfuerzo extenuante y la cantidad de agua ingerida, el agente se encontraba exhausto y sin fuerzas para salir del agua por sí mismo. Una socorrista intervino y lo llevó en su moto acuática hasta la costa.
Una vez en tierra firme, el guardia civil presentaba dificultades respiratorias y fue atendido por los servicios médicos. Luego fue trasladado al Hospital General de Castellón, donde permanece ingresado en espera de una evolución favorable, aunque su vida no corre peligro.
El guardia civil, de 39 años de edad, está destinado en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Burriana desde el año 2021. Sus compañeros destacan su dedicación inquebrantable hacia los ciudadanos y su admirable sentido de compañerismo.