Un Guardia Civil de Vinaròs condenado por tráfico drogas

Un Guardia Civil de Vinaròs condenado por tráfico drogas

La sentencia fue dictada luego de que el fiscal y las partes acordaran un escrito de conformidad. En un principio, la Fiscalía solicitó una condena de 13 años de prisión para el agente de la Guardia Civil acusado.

 

La sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha dictado sentencia condenatoria para un agente de la Guardia Civil de Vinaròs (Castellón) por dos delitos: «tráfico de drogas», con una pena de dos años de prisión, y «descubrimiento y revelación de secretos», por «consultar información relacionada con personas vinculadas a la venta y consumo de estupefacientes en bases de datos policiales, que compartía con terceras personas». Además, dos individuos más han sido sentenciados a nueve meses de prisión por un delito contra la salud pública.

Los tres acusados han sido condenados a pagar una multa de 2.000 euros, y la sentencia, cuya firmeza ha sido establecida por el juez, contempla la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. Además, el juez ha aceptado la suspensión de la ejecución de la pena de prisión para los tres procesados tras la solicitud de las partes.

En el caso del agente del Guardia Civil condenado, la suspensión de la pena de cárcel estará supeditada a que no cometa ningún delito durante tres años y al pago de una multa de 1.800 euros. Los otros dos acusados no deberán delinquir durante un periodo de dos años.

Según el escrito de conclusiones del fiscal, el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil (SAI) tuvo conocimiento de comportamientos anómalos y de una actividad ilícita relacionada con el narcotráfico del agente en servicio activo en el puesto principal de Vinaròs. Por lo tanto, se inició una investigación y vigilancia del mismo.

El SAI certificó que el acusado, aprovechando su posición como agente de la autoridad y sin desempeñar sus funciones profesionales, realizó varias consultas en bases de datos y ficheros informáticos de dependencias policiales entre abril de 2015 y mayo de 2016 para obtener información sobre ciertas personas vinculadas con la venta y consumo de drogas en pequeña escala, con fines privados relacionados con la venta y transporte de sustancias ilegales promovida por el acusado.

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El agente compartió la información obtenida con terceros y uno de los otros dos acusados. Además, durante la investigación realizada por el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil, el acusado y otro de los acusados se trasladaron en un vehículo desde Vinaròs hasta la localidad de Roquetas de Mar (Almería) para comprar drogas con la intención de transportarlas de vuelta a Vinaròs y venderlas posteriormente.

Posteriormente, mediante una conversación telefónica, los acusados acordaron encontrarse en una zona residencial de Roquetas de Mar con el tercer acusado. Este, con la intención de vender sustancias estupefacientes a terceras personas, vendió 50 gramos de cocaína a otros dos procesados el 30 de mayo de 2016.

El día siguiente, el agente de la Guardia Civil y uno de los acusados abandonaron Roquetas de Mar con destino a Vinaròs con el propósito de vender la mercancía ilícita y obtener un beneficio económico. Fueron interceptados a las 17:00 horas del mismo día por los agentes de la autoridad encargados de la investigación, en un dispositivo policial establecido en la salida número 436 de la autopista AP-7, en dirección a Barcelona.

Después de inspeccionar el vehículo utilizado por los acusados, se encontró una bandolera propiedad de uno de ellos junto al asiento del conductor. La bandolera contenía una pistola con un cargador en su interior, así como un segundo cargador y una caja de munición con veinte cartuchos. Además, se encontró un paquete blanco de plástico en el apoyabrazos trasero derecho del vehículo. El paquete contenía 45,26 gramos de cocaína con una pureza del 29%, lo que equivale a un valor de mercado ilícito de 1.940,20 euros.