• La mujer y sus tres hijos no se percataron del incendio que se había producido en la vivienda, hasta que fueron rescatados por el agente.
Alejandro Javier, vecino de esta familia y agente de la Guardia Civil de Torrevieja, actualmente en periodo de prácticas, se encontraba en su casa, fuera de servicio, a finales del pasado mes de noviembre, cuando vio un resplandor, a través de la cristalera de su galería, la cual da al patio interior del edificio.
Al asomarse a dicho patio, observó fuertes llamaradas que provenían de la vivienda superior a la suya, así como también la caída de cenizas y restos de madera incandescentes.
Alejandro Javier no lo dudó ni un sólo segundo; subió inmediatamente a la vivienda afectada, llamando en repetidas ocasiones. Al no obtener respuesta y, ante el inminente peligro que se estaba produciendo en su interior, decidió derribar la puerta, encontrando a cuatro personas, una madre y sus tres hijos, menores de edad, durmiendo en sus respectivos dormitorios, no siendo conscientes todavía de lo que estaba sucediendo.
El guardia civil acompañó a los cuatro miembros de esta familia al exterior del edificio, dejándoles en lugar seguro, mientras no cesaban de oírse las cada vez más repetidas explosiones, provenientes de la cocina.
Posteriormente, avisó al resto de vecinos, desalojando todo el edificio y dando aviso seguidamente al 112 personándose, en escasos minutos, varias dotaciones de bomberos.
Gracias a la rápida actuación de Alejandro Javier, esta angustiosa situación concluyó sin víctimas, lamentando, únicamente, daños materiales.