La sociedad, la ciudad y la vida no para, por ello, queremos, deseamos, necesitamos, que esta nueva “alcaldesa coraje” Begoña Carrasco, dé un paso más.
El cambio del siglo XIX al XX, supuso una modificación radical de las infraestructuras en Castellón. Inmersos en un convulso periodo histórico internacional, nacional y local, se construyó el nuevo Instituto, el Hospital Provincial, el Teatro Principal, la Plaza de Toros, por cierto con una capacidad suficiente para acoger a casi todo Castellón y realizada por iniciativa y financiación privada; colegios como el de la Consolación en Antonio Maura, las Escuelas Pías, junto a la iglesia de la Trinidad, e incluso la primera casa de pisos propiedad de la familia Viñals, en la esquina de la calle Mayor.
Supuso un cambio de nuestro entorno, que reforzaba el Ayuntamiento y Don Godofredo Ros de Ursinos, con la redacción del primer plan de urbanización de la periferia de la ciudad.
Pero sobre este tema, podremos conocerlo todo, o casi todo, gracias a las ”27 Jornades de Cultura Popular” que se desarrollarán en otoño, de la mano del (proscrito por la anterior concejala de cultura) “Institut d´Etnografia i Cultura Popular de Castelló”. Con ilustrados ponentes como: Antonio López Amores, que hablará de la Restauración, Arturo Zaragoza, del urbanismo y la arquitectura de aquella época, Estela Bernad de la economía, José Juan Sidro de Cultura y educación y la especialista Concha Calvo que hablara de la parte antropológica.
Todo esto enriquecido con una importante exposición de fotografías y documentos de la época y un buen número de Comunicaciones.
Otro momento clave de nuestra evolución fue el cambio del siglo XX al XXI, completando el desarrollo urbanístico y social de la ciudad y termino, con infraestructuras viarias, educativas, sanitarias, deportivas, sociales y culturales.
Durante más de dos décadas, nos vimos sumidos en un importantísimo desarrollo urbanístico, con la creación de gran número de nuevos barrios y el “cosido” de los grupos periféricos (proyecto URBAN), junto a zonas verdes de esparcimiento y la reestructuración de los accesos a la ciudad, ronda de circunvalación y eje norte-sur (Avenida de Barcelona-Plaza de España-Avenida de Vila-real) propiciado por el enterramiento de la vía de ferrocarril.
Ambulatorios sanitarios, renovación y ampliación de hospitales, reconstrucción y construcción de colegios e institutos y la, tanto tiempo reivindicada, “Universitat Jaume I”. Instalaciones deportivas, adecuación y creación de las infraestructuras culturales que nos faltaban, así como la rehabilitación del Patrimonio Histórico. Y más, mucho más.
Dejaremos para otra ocasión y otras personas, el relato de dos décadas de cambio de siglo, que lideradas por José Luis Gimeno Ferrer y Carlos Fabra Carreras, con sus equipos de concejales, diputados e incluso algún ministro, supusieron un cambio total de nuestra ciudad, con el “remate” de Alberto Fabra Part, al concepto de capitalidad de Castellón.
Pero la sociedad, la ciudad y la vida no para, por ello, queremos, deseamos, necesitamos, que esta nueva “alcaldesa coraje” Begoña Carrasco, que antes de actuar, lo primero que hace es consultar con la ciudadanía, dé un paso más.
En lo económico-social, necesitamos un Polígono Industrial adecuado, para dar nuevas alternativas a empresas y trabajadores, la “readaptación” socio-económica del casco histórico, y si de verdad creemos en la potencialidad turística de nuestro termino municipal, o damos opción a instalaciones hoteleras junto al mar, o no hay nada que hacer.
Si no hay “camas”, no hay turismo.
Sin olvidar, la pesca y la agricultura.
Pero hay dos equipamientos que no permiten más demora, el nuevo Hospital General. El ayuntamiento debe poner todas las facilidades a las tramitaciones administrativas exigidas, y Begoña Carrasco con sus concejales, “hacer senda a Valencia” hasta conseguir de la Generalitat Valenciana, que sea una realidad inmediata.
Y el segundo, que depende en lo económico de la Corporación Municipal y que es importante y necesario para la adecuada gestión de los intereses de los vecinos de la localidad, el nuevo Edificio Municipal, que complete el servicio del actual Palacio Municipal, construido también entre dos siglos, el XVII y XVIII.
Para que todo no sean ideas sobre papel, lanzo desde estas líneas, una propuesta concreta, que ya trasladé a anteriores alcaldes y que puede ser la solución deseada para el nuevo Edificio Municipal, de ajustado coste económico y desarrollo a cortísimo plazo.
Permuta del actual edificio propiedad de CaixaBank, antigua Caja de Ahorros de Castellón (esquina calle Caballeros con la plaza de la Hierba), por el solar del antiguo asilo, de titularidad municipal. Dándole, por supuesto, la calificación y volumetrías adecuadas, para que sea una opción justa y factible.
El edificio bancario, muy próximo al Palacio Municipal, actualmente está infrautilizado, y por su importante condición (ocupa una manzana entera con más de seis alturas), permitiría la atención a los vecinos por la Corporación y los funcionarios municipales, durante un largo periodo de tiempo (décadas, incluso siglos), sin más modificaciones ni ampliaciones.
En fin ideas e ilusiones, que pueden ser consideradas, buenas o malas, factibles o inviables, pero que indican claramente, que el pueblo castellonense, con sus representantes políticos, quieren y pueden ir a más, dar un paso más, como hemos hecho durante casi ocho siglos.
Miguel Angel Mulet i Taló