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Mari Carmen Casañ patenta una innovadora tecnología para el arroz de La Albufera que mejora la seguridad alimentaria y reduce su tiempo de cocción.
Mari Carmen Casañ, agricultora y miembro activa de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), ha combinado en los últimos años su labor en la gestión de su explotación arrocera en el parque natural de La Albufera con un ambicioso proceso de investigación. Su esfuerzo ha dado frutos con una patente que abre nuevos canales de consumo para el arroz valenciano.
Esta tecnología, que ha sido patentada por Casañ, permite obtener, por primera vez, un arroz redondo —el tipo característico en la Comunitat Valenciana— con unas características que lo hacen único.
El arroz tratado con esta tecnología garantiza la máxima seguridad alimentaria, aguanta en el lineal durante 15 años y acorta el tiempo de cocción.
Señala Casañ, quien explica que este proceso reduce el tiempo habitual de cocción de los 18-20 minutos a solo 5-8 minutos, un beneficio clave especialmente para la preparación de platos como la paella.
El desarrollo de esta innovadora patente ha sido posible gracias a un proceso de precocinado, deshidratación y evaporización. Además, existe la posibilidad de añadir valor proteico al producto, lo que lo convierte en una opción aún más atractiva. Este avance es el resultado de años de trabajo y colaboración con investigadores, empresas y universidades no solo de España, sino también de otros países europeos como Italia, Alemania y los Países Bajos. Estas colaboraciones han permitido aplicar tecnologías previamente utilizadas en sectores como la sanidad, la cerámica y otros alimentos al mundo del arroz.
El siguiente paso para Casañ es encontrar una vía de comercialización que permita llevar este arroz innovador a los consumidores. «El objetivo es emplear esta patente exclusivamente con arroz cultivado en el parque natural de La Albufera para mejorar el consumo, la demanda y, por tanto, la rentabilidad de nuestro arroz, lo que, en última instancia, favorecerá la preservación del parque natural», apunta Casañ, quien es hija y nieta de agricultores.
El arroz obtenido tras este proceso patentado no solo mantiene sus propiedades nutricionales intactas durante 15 años, sino que también contribuye a reducir el desperdicio alimentario.
En cuanto a la cocción, la tecnología reduce significativamente los tiempos: el arroz integral, por ejemplo, que normalmente requiere entre 35 y 40 minutos, ahora se puede cocinar en apenas 10-12 minutos.
Los ensayos realizados han utilizado las variedades tradicionales de arroz redondo cultivado en la Comunitat Valenciana, como el Bomba, Albufera y J-Sendra. Casañ destaca que este avance es el resultado de una combinación entre la tradición y la innovación, lo que no solo revaloriza el arroz de La Albufera, sino que también contribuye a diversificar sus usos gastronómicos.