Los vecinos y vecinas de Ayora que ahora se organizan, resaltan que en la población no existe tradición alguna para la realización de este tipo de actos.
El domingo 14 de julio se llevó a cabo una reunión de vecinos de Ayora, quienes expresaron su oposición a la celebración de una novillada programada para el 9 de agosto. Durante este evento, se sacrificará a cuatro novillos a manos de un torero originario de la localidad.
La novillada, que incluye la presencia de picadores, tendría lugar en una plaza portátil cuya construcción cuenta con una aportación inicial del Ayuntamiento de 12.705 euros, a los que deben añadirse cerca de 17.000 euros en concepto de “Contratación de Servicios Taurinos”. En principio, el alquiler de la plaza también incluiría el día 11 de agosto. No parece haber pesado mucho en esta particular generosidad municipal, el que exista una parte considerable de la población que rechaza este tipo de espectáculos, cuyo centro es el sufrimiento y suplicio de animales condenados a una muerte cruel e indigna de cualquier ser vivo. El actual alcalde de Ayora y Director General de Gestión del Sistema Sociosanitario del gobierno de la Generalitat Valenciana, José Vicente Anaya Roig, desde un primer momento se ha presentado como el principal valedor de estas novilladas.
Es cierto que, en una nueva versión del cuento de la lechera municipal, el equipo de gobierno espera recuperar teóricamente esas partidas económicas con los ingresos obtenidos con la venta de dos mil entradas al precio de 15 euros. Algo que está más que por ver, y a lo que habría que añadir el coste de la explanación de los terrenos, ya realizada, ubicados junto a la Rambla de la Hoya Gil (terreno forestal y dominio público hidráulico) y en suelo catalogado como Suelo No Urbanizable Protegido (forestal, paisajístico, medioambiental).
Los vecinos y vecinas de Ayora que ahora se organizan, resaltan que en la población no existe tradición alguna para la realización de este tipo de actos. Hasta ahora las fiestas de agosto incluían cuatro días con encierros de vaquillas por las calles y el centro de la localidad. Contrasta el hecho de que en los últimos años hubiera crecido el rechazo a cualquier maltrato de esos animales durante los festejos, con la sorprendente actuación del Ayuntamiento que, sin pulsar en ningún momento el sentimiento de la población, ha tomado una iniciativa que sólo parece querer contentar a la reducida peña taurina organizada en torno a la figura del joven torero local.
Entre las actuaciones que en los próximos días se llevarán a cabo por la agrupación vecinal contra las novilladas y bajo el lema de “Toros Sí, corridas NO”, figuran la recogida de firmas en la población, incidiendo en la negativa a financiar estos actos de tortura animal con dinero público, así como la edición de carteles, chapas y pegatinas alusivas a este rechazo.
Igualmente se darán los pasos para comprobar en qué medida el Ayuntamiento de Ayora está cumpliendo con todos los trámites administrativos requeridos por el ordenamiento legal regulador de este tipo de actividades, especialmente, en el caso de plazas portátiles levantadas sobre terrenos particulares y en lo referente a normativa medioambiental.