El anteproyecto, que afecta también a Benlloch y Cabanes, se encuentra en período de exposición pública por lo que algunos vecinos se disponen a la presentación de alegaciones.
Más de setenta vecinos de les Coves de Vinromà afectados por el proyecto “Magda”, de instalación de Plantas Solares Fotovoltaicas y las líneas de evacuación en les Coves, Benlloch y Cabanes, se reunieron para evaluar el estado del anteproyecto presentado por las empresas Premier Grupo y Vakuo renovables y las posibles vías para frenar su avance tal y como está proyectado.
Los vecinos de les Coves afectados que ven perjudicado su sistema de producción agrícola o ganadera se han organizado, tras la publicación en el BOE del anteproyecto Magda el pasado 22 de diciembre, con el objetivo de mostrar su malestar y rechazo a la ubicación del mismo.
Señalan que la ubicación elegida en les Coves de Vinromà por la empresa afecta a una zona del término municipal muy poblada y de las de mayor producción de almendra, incluyendo unas 200 hectáreas de explotaciones de cultivo ecológico. En este sentido, exponen que la implantación del parque solar fotovoltaico tendría un gran impacto negativo sobre el territorio y su población, con la destrucción de puestos de trabajo directos e indirectos, y sus implicaciones a nivel económico, social y ambiental.
En la reunión, llevada a cabo el pasado viernes 7 de enero, se mostró la disconformidad ante la ubicación del proyecto por parte de los afectados y se acordó reunir información sobre la posición de los titulares de las parcelas afectadas, con el fin de averiguar el porcentaje de propietarios a favor y en contra de su inclusión. Los primeros sondeos realizados apuntan a que una mayoría de las parcelas afectadas pertenecen a propietarios que no firmaron ningún acuerdo con la empresa Premier. Paralelamente, algunos de los afectados están ya redactando las alegaciones al mismo, ya que el anteproyecto está en período de exposición pública.
El megaproyecto fotovoltaico tiene el Certificado de compatibilidad urbanística y está pendiente de la Declaración de impacto medioambiental y de la autorización administrativa previa, por ello los afectados creen que únicamente la aprobación de una moratoria por parte del Ayuntamiento podría frenar su ejecución, al menos temporalmente. Los vecinos piensan que para una limitación de usos como el proyectado, sería necesaria una modificación de la normativa urbanística para excluir unas determinadas zonas del término municipal de la posibilidad de este tipo de instalaciones.