La Casa del Azud del Termet acoge esta tarde el acto de recepción oficial a los representantes del Club De España del Ratonero Valenciano, la Asociación Local del Perro Ratonero, el criador Batiste Soriano y apasionados a esta raza. La Concejalía de Tradiciones ultima una estatua en homenaje al perro ratonero valenciano.
El Consistorio de Vila-real va a recibir de forma oficial a los representantes de los colectivos que trabajan por la pervivencia del perro ratonero valenciano con ocasión de la declaración internacional de esta raza, muy arraigada en la ciudad, por la Federación Cinológica Internacional (FCI).
La Casa del Azud del Termet acogerá esta tarde a las veinte horas este acto con el que el Ayuntamiento desea distinguir la tarea efectuada por todas y cada una de las personas que han luchado por este reconocimiento internacional y que desde hace décadas trabajan por la pervivencia del perro ratonero.
A la recepción oficial, encabezada por el primer edil del municipio, José Benlloch, está previsto que asistan representantes del Club De España del Ratonero Valenciano (Cerva), con su presidente, el vila-realense Joan Quemades, a la cabeza; Manuel Carda, presidente de la Asociación Local del Perro Ratonero; el criador Batiste Soriano, cuyos ejemplares de perro ratonero han sido definitivos para la evaluación de la raza por parte de la Real Sociedad Canina de España; como otros apasionados y criadores.
Asimismo, asistirán el presidente de la Comunidad de Regantes de Vila-real, Pasqual Broch, la concejala de Tradiciones, Noelia Samblás, y otros representantes de la entidad municipal.
El pasado veinticuatro de junio, la Federación Cinológica Internacional declaró el perro ratonero valenciano, asimismo llamado fusterier, como raza internacional, acabando así el trabajo del Cerva y la asociación del perro ratonero de Vila-real, única en la Comunidad Valenciana, para el reconocimiento de esta raza. En este sentido, los criadores y apasionados vila-realenses, como Batiste Soriano, Blas Batalla o la familia Portalés, han sido claves para la pervivencia de la raza, aparte de para acreditar su pureza, lo que supone,
Un orgullo para la ciudad de Vila-real, que efectúa así una esencial aportación a la cultura valenciana.
Conforme resalta el regidor, José Benlloch.
El origen del vínculo entre Vila-real y la raza fusterier no se ha podido determinar mas es desde principio del siglo veinte cuando se generaliza coincidiendo con el apogeo del cultivo de la naranja, por lo que este reconocimiento pone asimismo en valor la tradición agrícola y su papel en el desarrollo de Vila-real.
El Consistorio de Vila-real ha mostrado su apoyo al reconocimiento internacional del perro ratonero y por este motivo el Pleno del ayuntamiento aprobó la declaración de esta raza como patrimonio cultural e histórico de Vila-real; además de esto, la Concejalía de Tradiciones ultima una estatua en homenaje. Con el reconocimiento por la parte de la FCI se da un paso más para hacer posible la cría y exhibición en el mundo entero del perro ratonero valenciano y supone una proyección del patrimonio histórico y cultural de Vila-real más allá de nuestras fronteras, que además de esto contribuye a sostenerlo vivo para las futuras generaciones.