El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado que el Ayuntamiento realizará test rápidos para la detección de la COVID-19 al personal municipal a medida que se reincorpore al trabajo presencial de forma progresiva durante el proceso de desescalada administrativa.
Benlloch ha remarcado que este plan de desescalada en la administración local se realizará “con mucha prudencia y de forma lenta” porque se primará “mantener la fórmula del teletrabajo en la medida que sea posible”; no obstante, “para garantizar la salud de los empleados municipales y de los demás, se les realizarán las pruebas a medida que vayan regresando a su puesto presencial en las distintas dependencias municipales”.
Los test rápidos se efectuarán a través de la mutua de prevención de riesgos laborales Unimat, la misma que ya llevó a cabo la pasada semana las pruebas a la plantilla de la Policía Local y Protección Civil. Así, Vila-real se adelanta también al resto de municipios en la realización de estos test a los empleados del Ayuntamiento con los que se quiere minimizar posibles riesgos de contagio entre el personal municipal y el resto de personas con las que puedan estar en contacto en el desempeño de sus funciones.
Benlloch ha subrayado que el Ayuntamiento afrontará el proceso de desescalada administrativa y reapertura de instalaciones municipales con “mucha responsabilidad y prudencia”, ya que “la prioridad ahora es que pueda reactivarse la actividad del comercio y la hostelería como ya lo han ido haciendo la industria y la construcción”. Y por ello el Ayuntamiento está enfocando sus esfuerzos a las medidas de estímulo de estos sectores con acciones como como la supresión de tasas por terrazas, mercados o quioscos, la ampliación de terrazas de establecimientos de restauración, la creación de una oficina de dinamización de la hostelería o la reapertura del mercado ambulante de alimentación, entre otras.