En las denuncias tramitadas, se ha identificado un riesgo medio, alto e incluso extremo.
La oficina de denuncias sobre violencia de género de Castellón, que lleva un año en funcionamiento, ha atendido a 397 mujeres, de las cuales 199 han presentado denuncia. De estas mujeres, el 60% son españolas y el resto son extranjeras.
En total, la oficina ha solicitado 137 órdenes de protección. De las 199 denuncias presentadas, 53 de ellas son por quebrantamiento de condena. Además, en más del 75% de los casos que han dado lugar a las denuncias tramitadas, se ha identificado un riesgo medio, alto e incluso extremo.
Así lo ha destacado la consellera de Justicia en funciones, Gabriela Bravo, durante una reunión en este recurso junto a la inspectora jefa coordinadora de las tres oficinas en la Comunitat Valenciana.
Bravo ha resaltado que esta oficina, compuesta por ocho policías especializados en violencia de género y seis equipos con psicólogos y trabajadores sociales, brinda «un espacio seguro y acogedor, así como seguridad, privacidad e intimidad a las víctimas de violencia».
«Las mujeres víctimas de violencia que acuden a esta oficina en busca de ayuda no solo reciben la atención de policías especializados comprometidos, implicados y capacitados, sino que desde el primer momento tienen a su disposición los recursos necesarios para afrontar esta situación tan difícil», ha expresado.
Somos conscientes del miedo y la sensación de soledad y abismo que experimentan estas mujeres ante lo que vendrá después de presentar una denuncia. Por eso, muchas no se atreven a dar el primer paso y regresan en varias ocasiones, donde siguen recibiendo apoyo y cuentan con abogados especializados para ellas. Solo con la ayuda de estos profesionales se animan a dar el paso.
Ha añadido.
La consellera ha explicado que cuando estas mujeres se deciden a dar el paso, «normalmente llegan hasta el final porque el acompañamiento, la atención y el apoyo que reciben desde estas oficinas son tan valiosos que se sienten mucho más seguras a la hora de denunciar al agresor». Concluye.