David Muñoz acusa a Amparo Marco de “dar la espalda a los castellonenses” con un Plan General de “nulo talante democrático”
El vicesecretario de Organización de VOX lamenta que el proyecto que regirá el urbanismo de Castellón de la próxima década “esté ideologizado, no sea integrador, ni esté consensuado”
El vicesecretario de Organización de VOX Castellón, David Muñoz, ha acusado a la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, y a su equipo de Gobierno, de “engañar y dar la espalda a los castellonenses” con un Plan General de Ordenación Urbana que demuestra un “nulo talante democrático” porque “no ha contado con el consenso ciudadano, está ideologizado y no es integrador”.
Tal y como ha explicado Muñoz: “El Plan General no debe aprobarse de espaldas a los vecinos de Castellón, debe ser un instrumento que aglutine todas las necesidades y realidades. No escuchar a los vecinos, darles la espalda o excusarse en formalismos de transparencia que no responden a la realidad social no es más que engañarse a sí mismo y a los ciudadanos”.
Aunque se excusarán en que se realizó el preceptivo trámite de consulta y participación ciudadana, éste quedó en un auténtico paripé a la hora de atender las propuestas ciudadanas.
Según ha indicado el vicesecretario de Organización de VOX Castellón y experto en urbanismo: “El Plan General es en sí mismo un instrumento que mide la calidad democrática de la institución municipal; donde diálogo y consenso son fundamentales para poder configurar el modelo de ciudad que queremos y cómo crecerá durante la siguiente década”.
Y ha añadido: “En su forma de confección también definimos el modelo de ciudad, con la comunicación que tenga la institución municipal con los ciudadanos, por eso requiere de la colaboración de los vecinos, auténticos titulares de la propiedad de los terrenos y viviendas; exige de la colaboración y participación de los ciudadanos”.
Muñoz insiste en que el Plan General “es una de las normas más democráticas por la cercanía del Ayuntamiento a los ciudadanos, sin embargo, cuando éste da la espalda a los vecinos, como ocurre en Castellón, la distancia puede ser mucha y, por tanto, el talante democrático nulo”.
“No se entiende la negativa municipal a dialogar con los castellonenses para consensuar un urbanismo integrador, que esté sustentado por los más altos valores democráticos y responda a las necesidades reales de los vecinos”, ha concluido Muñoz.