La presidente provincial de Vox Castellón, Llanos Massó, considera que este tipo de actuaciones “denigran a la mujer castellonense que no necesita de pantomimas para mostrar al mundo que es igual al hombre y lucha, cada día, por serlo como mujer, como madre, como novia, como esposa, como hija, como hermana y, por supuesto, como...
La presidente provincial de Vox Castellón, Llanos Massó, considera que este tipo de actuaciones “denigran a la mujer castellonense que no necesita de pantomimas para mostrar al mundo que es igual al hombre y lucha, cada día, por serlo como mujer, como madre, como novia, como esposa, como hija, como hermana y, por supuesto, como trabajadora”
La presidente provincial de Vox Castellón, Llanos Massó, ha condenado el espectáculo “denigrante para la mujer y carente de sentido” que ha llevado a cabo la compañía Escandall Teatral en la plaza del Ayuntamiento de Almassora, dirigido al alumnado de los institutos de Educación Secundaria de la localidad. Una performance protagonizada por la actriz Paula Escamilla que, en ropa interior y con el cuerpo pintado con pintura roja, quería representar a “la mujer marcada por los piropos”, al tiempo que estrujaba con sus propias manos órganos ensangrentados de animales muertos ante la mirada de jóvenes adolescentes.
Para Vox Castellón este tipo de escenas simplemente responden a lo que hoy en día se ha convertido ya en un negocio, el negocio de la ideología de género, ya que estas actuaciones no son gratuitas, sino que están subvencionadas con dinero público (el dinero de todos los españoles) tanto por el propio Ayuntamiento de Almassora (Gobernado por Compromís y por el PSOE), como por el Gobierno de España con el okupa del PSOE, Pedro Sánchez, como presidente.
Vox Castellón considera que este tipo de espectáculos “denigran a la mujer y no son más que una forma de llamar la atención, un sinsentido que más que educar provoca rechazo y horroriza a nuestra sociedad, donde la mujer castellonense no necesita de estas pantomimas para mostrar al mundo que es igual al hombre y lucha cada día por serlo como mujer, como madre, como novia, como esposa, como hija, como hermana y, por supuesto, como trabajadora”.
Vox Castellón, al mismo tiempo, quiere denunciar públicamente que la actriz que realiza esta performance de Escandall Teatral, Paula Escamilla, es una ferviente defensora del asesino, en prisión preventiva, Rodrigo Lanza, que mató a golpes a un ciudadano zaragozano hace un año porque llevaba tirantes con la bandera de España
VOX CASTELLÓN NO APOYA LA HUELGA DE 8 DE MARZO
Por otro lado, Vox Castellón, como ya ha anunciado su presidente, Llanos Massó, no secundará la huelga feminista del próximo viernes, 8 de marzo, porque “denigra a las mujeres castellonenses al tratarlas como personas débiles e indefensas”. Massó reitera: “Celebramos ser mujer los 364 días del año, excepto el 8 de marzo, día en el que seguiremos con nuestras obligaciones laborales para poder demostrar a esta sociedad el poder de las mujeres independientes y libres, y denuncio públicamente a quienes pretenden colectivizarnos”. Y añade: “Desde Vox Castellón seguiremos trabajando para reivindicar una igualdad real entre hombres y mujeres al margen de este negocio en el que se ha convertido la ideología de género y el feminismo supremacista que no busca solucionar los problemas reales de las mujeres, sino llamar la atención y ganar dinero a costa de un mensaje distorsionado y falaz”.
Massó califica a estos grupos que abanderan el feminismo supremacista como “totalitarios feminazis; no son feministas porque no defienden a las mujeres, sólo intentan llamar la atención sin ninguna base ni fundamento, simplemente por afán de protagonismo y para captar subvenciones públicas que les financian estos actos, ya que gratis no los harían”. Y subraya: “Vox Castellón defiende a la mujer absolutamente, pero desde la dignidad y desde la sensatez como madres, como hijas, como esposas, como hermanas y como trabajadoras, siempre. Que nadie se equivoque porque no somos machistas”.
Vox Castellón considera que “la ideología de género se ha convertido en un negocio en Castellón, un feminismo supremacista que adoctrina e impone su discurso entre los jóvenes, apoyado con dinero público, y que lo único que pretende es amordazar el discurso de las mujeres con su burka ideológico y radical, pero, en cambio, estos colectivos no denuncian ni critican al islam, por ejemplo, que sí somete a las mujeres”.