El 'president' asegura que se comienza una fase de "modernización profunda" en un "instante disruptivo" que solicita un 'reset'.
El ‘president’ de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que tras la rehabilitación del Consell no hay fines electoralistas sino se trata de dar un «nuevo impulso» a la acción de gobierno para ir «más allá» y encarar «una década de ocasiones». «No regimos para las elecciones, sino más bien para la sociedad valenciana», ha expresado.
Así lo ha manifestado el jefe del Consell este sábado en conferencia de prensa en el Palau para informar de los cambios que ha preparado en su Consell, tras unos días de movimientos en el Gobierno valenciano, para el que el ‘president‘ había anunciado cambios a final de semana y que por último se han hecho públicos en su totalidad este sábado.
Puig ha puntualizado que, con la crisis del Consell,
No está pensando en las elecciones, sino más bien en las nuevas generaciones.
Sin triunfalismos, centrado en el trabajo de su Ejecutivo frente a una situación «realmente difícil».
Por más que la oposición pueda proponer un escenario desastroso, estamos mejor y deseamos ir más allá, a una Comunitat Valenciana más potente.
Ha señalado.
Así, ha remarcado que el Gobierno valenciano ha hecho «lo que tocaba en todos y cada instante» y ha insistido en que la crisis del Consell «no es para las elecciones», sino más bien para «encarar una década de ocasiones».
Preguntado por los plazos en los que se han desarrollado estos cambios, tras la renuncia del portavoz del PSPV en Les Corts, Manolo Mata, Puig ha apuntado que los partidos que son parte del Botànic han tenido una semana para «tomar sus resoluciones» conforme «comprendan el instante político» y que, en cualquier caso, las respeta «completamente».
También, ha considerado que era «bueno» dar un «nuevo impulso» al Ejecutivo valenciano, si bien la trayectoria del equipo actual era «positivísima» atendiendo a los indicadores sociales y económicos. «Cambiamos para avanzar en una década de transformación», ha remarcado.
RETOS
Como desafíos y objetivos del nuevo Consell, Ximo Puig ha marcado la intensificación de «la vía de la responsabilidad y unidad» puesto que «tenemos mucho pendiente de hacer» y aprovechando las «muchas ocasiones» que se le proponen a la Comunitat Valenciana.
En suma, ha subrayado que ha desarrollado el nuevo Ejecutivo con el fin de «relanzar» su actividad frente a un año «definitivo», al paso que ha remarcado que esta «esencial rehabilitación» llega,
En un punto de cambio doble: primero, la superación de la pandemia, y segundo, la activación de los fondos europeos.
Y ha puesto en ejemplo de la instalación de la gigafactoría de baterías de Volkswagen en Sagunt como un modelo de esta «transformación» que empieza la autonomía valenciana.
Pese a la pandemia y la guerra, la Comunitat Valenciana avanza, tenemos récord de trabajadores y encadenamos catorce meses de creación de empleo, duplicando asimismo la inversión extranjera.
Ha apostillado el «president«.
Ahora, que la Comunitat entra en una fase de modernización profunda en un instante disruptivo y con el impulso europeo, y todos esos objetivos solicitan, indudablemente, un nuevo impulso de la política, una nueva ambición colectiva como país, una actualización, un reset alineado en el progreso seguro, un cambio que evite la inercia y fortalezca la acción de gobierno.
«En consecuencia, es el instante de un reinicio aprovechando las lecciones aprendidas de la pandemia y apresurar la transformación de la Comunitat Valenciana«, ha finalizado.