Vuelven a hacer responsable a la hostelería y el ocio nocturno de su inutilidad
Está claro que puede ser que a Ximo Puig le preocupe la pandemia, pero mucho más claro parece que el turismo y la hostelería no le importan nada, así como la maltrecha economía valenciana.
Tras la inutilidad del Gobierno Valenciano para controlar las reuniones sociales y el «botellón», que han hecho repuntar los casos de Covid, vuelven a utilizar al ocio nocturno y a la hostelería, donde los contagios han sido escasos o nulos, para tapar su absoluta incapacidad para gestionar la crisis sanitaria.
Además lo hacen lanzando medidas restrictivas que pueden catalogarse de incongruentes e irresponsables.
Volver a cerrar el ocio nocturno será la puntilla económica definitiva del sector, cerrar bares y restaurantes a partir de las 12 de la noche supone otro mazazo para los bolsillos ya vacíos de los perseguidos hosteleros y la ruina para muchos hoteles que verán canceladas sus reservas cuando el sector empezaba a repuntar y se había conseguido cierta atmósfera de optimismo y creación de empleo.
Te prohíben hacer reuniones en tu casa de más de 10 personas mientras permiten la entrada a 2.000 en recinto cerrado para «sus» festivales propagandísticos veraniegos.
Prometen ahora mano dura y máxima vigilancia con el botellón al considerarlo «falta grave» y anuncian cierres perimetrales en pleno periodo estival y hasta toque de queda para algunas poblaciones adecuándose a su gusto de restringir movilidad y libertades.
La sinrazón y el vicio de prohibir se han apoderado, una vez más, de nuestro Gobierno comunitario