La ermita de Santa Ana, en el término municipal de Zucaina, no acogerá mañana, primer día de mayo, a los fieles del Mijares que se reúnen cada año para honrar a la madre de la Virgen María
Sin embargo el párroco, Servilien Ndagijimana, ha previsto que de todos modos se pueda celebrar. Esta semana ha enviado una carta a los fieles y el sacerdote David Solsona, hijo del pueblo y ya jubilado, oficiará la eucaristía a las 11h en la parroquia. Los vecinos podrán seguirla gracias al sistema de megafonía instalado en el campanario de la iglesia.
En su carta, el párroco presenta a Santa Ana como “la abuela de Jesucristo y, al mismo tiempo, la abuela de todos aquellos que con sincero corazón siguen a Jesucristo por su fe en Él y por su obras que dan testimonio de la verdad del Evangelio al mundo. Así es la patrona de nuestro querido pequeño pueblo de Zucaina”. También invita a acudir a la intercesión de la santa “para que Dios alivie el sufrimiento de todos los habitantes de este mundo que están contagiados por la pandemia de coronavirus”.
La ermita acoge la celebración de la misa todos los sábados durante los meses de julio y agosto, y junto con la fiesta del 1 de mayo, también se viste de gala el 26 de julio con motivo de San Joaquín y Santa Ana. El templo fue construido en el siglo XVIII, según la tradición a raíz de unas apariciones de la madre de la Virgen María a una pastorcilla del lugar. Una placa recuerda que la población le tiene una gran devoción por haber sido protegida de la pandemia de cólera de finales del siglo XIX. Servilien Ndagijimana ha asegurado que en cuanto sea posible se fijará una nueva fecha para poder celebrar a su patrona.