Consideran que las declaraciones de Mazón son "especialmente graves" porque muestran desprecio por la lengua y falta de compromiso con la diversidad cultural de la región.
Acció Cultural del País Valencià (ACPV) ha solicitado este martes la dimisión del ‘president’ de la Generalitat, Carlos Mazón, manifestando su «profunda indignación» por sus recientes declaraciones, en las que calificó el valenciano como una «lengua impuesta».
Esto ocurre tras el anuncio de Mazón, quien informó que la Generalitat comenzará a certificar automáticamente el título de valenciano para todos los estudiantes que hayan aprobado la asignatura desde el curso 2008-2009. Esta medida forma parte de la Ley de Libertad Educativa, aprobada hace unos meses, que busca promover el uso del valenciano.
Más allá de lo justo, como incentivo a la ‘nostra llengua’, queremos acabar con una etapa de imposición que alejó el valenciano.
Declaró el jefe del Consell.
ACPV ha tildado estas afirmaciones de «ataque inaceptable» contra la lengua del pueblo valenciano, indicando que reflejan una «incomprensión absoluta» de la historia y la realidad lingüística de la región.
La entidad enfatiza que el valenciano no es una lengua impuesta, sino una lengua propia y histórica del País Valenciano, que ha sufrido persecución institucional y discriminación durante siglos. También lamenta que se encuentre en una situación de diglosia y en riesgo de desaparición, aún en desventaja frente al castellano.
ACPV sostiene que las instituciones valencianas tienen la responsabilidad legal de proteger y fomentar el uso del valenciano, no de atacarlo ni deslegitimarlo. Consideran, por tanto, que las declaraciones de Mazón son «especialmente graves», pues evidencian un desprecio hacia la lengua y una falta de compromiso con la diversidad cultural de la región.
Por ello, ACPV exige la dimisión «inmediata» de Mazón, argumentando que alguien con tales prejuicios no está capacitado para representar a todo el pueblo valenciano, especialmente en lo que respecta a la defensa de su identidad lingüística y cultural.
Manifestación del 9 de octubre
Asimismo, ACPV ha afirmado que la solución debe venir del pueblo, a través de una movilización constante para defender los derechos lingüísticos, así como la lengua y cultura. En este sentido, ha destacado la manifestación del 9 de octubre, organizada por todas las entidades de la Comisión 9 de Octubre, como «la primera de estas acciones» para seguir reivindicando la normalización del valenciano en todos los ámbitos sociales.
La entidad ha advertido que los datos recientes sobre el uso del valenciano reflejan una situación preocupante, especialmente en las comarcas del sur. Según la Encuesta de Uso del Valenciano de la Generalitat Valenciana en 2021, aunque el 50% de la población afirma saber hablar valenciano, solo el 36% lo utiliza habitualmente. Estas cifras varían notablemente según la zona; en comarcas del sur como l’Alacantí, el Baix Vinalopó o el Baix Segura, el uso habitual del valenciano es inferior al 10%.
Además, informes de El Tempir y la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) indican que la transmisión intergeneracional del valenciano ha disminuido «significativamente». La oferta educativa en valenciano es «insuficiente», y su uso en espacios públicos es «muy limitado». El valenciano continúa en una situación de diglosia, con el castellano dominando la mayoría de las interacciones sociales e institucionales, lo que pone en peligro la supervivencia de la lengua a menos que se tomen medidas urgentes para revertir esta tendencia.
Diglosia
La situación de diglosia es evidente, especialmente en las comarcas del sur y en áreas urbanas, donde el castellano predomina en las interacciones sociales, comerciales y administrativas. Esto ha generado un ambiente en el que el valenciano es visto como una lengua de segunda categoría.
Ha lamentado ACPV.
Además, la entidad ha denunciado que «la discriminación institucional hacia el valenciano ha sido una constante en la historia reciente» de la Comunitat, con episodios significativos durante la dictadura franquista. «Esta persecución ha dejado una huella que aún afecta a las nuevas generaciones, especialmente en las zonas castellanizadas», ha expresado.
«Sin medidas urgentes, alertamos sobre el serio riesgo de que el valenciano desaparezca como lengua de uso social habitual en estas áreas. Un ejemplo de esta situación es que el presidente de la Generalitat, de Alicante, no es bilingüe y no se expresa de manera natural en ambas lenguas. Utiliza el castellano de forma habitual, mientras que el valenciano solo lo emplea de manera anecdótica y en discursos leídos, sin fluidez ni espontaneidad», ha criticado.
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