Un año después de la toma de posesión del equipo municipal de Gobierno del PP, Castellón continúa marginada, abandonada y en el olvido".
Castellón se muere.
Sí, es el mantra que se va imponiendo entre la ciudadanía un año después de la toma de posesión del nuevo equipo municipal de gobierno del Partido Popular.
Los que iban a cambiar radicalmente la ciudad construyendo un relato de abandono, marginación y olvido de la capital de la Plana, no solamente no se ha subvertido, sino que ha ido a más.
Los que habían dibujado un Castellón del despilfarro, obras innecesarias, enchufismo barato y de falta de oportunidades han manifestado su inmovilismo y falta de gestión como si el lema fuera ‘Aquí no se hace nada’.
Ni el comercio del centro ha resucitado, ni se ha solucionado el problema del tráfico de la avenida Capuchinos provocado por la denostada reforma de la avenida de Lidón, ni se han solucionado las irregularidades en la Marjalería, pese al enchufado comisario político con oficina propia, ni se ha convocado aún la asamblea de fiestas para garantizar la autonomía festera, no han comenzado las obras de remodelación del Estadio Castalia, pese a la firma del convenio de cesión del recinto al Club Deportivo Castellón (mira que el Ayuntamiento se hizo el remolón retrasando una necesidad imperiosa ante un ascenso de categoría previsible).
Para más inri, el peligro acecha en la calle Gasset con unos adoquines destrozados que ponen en riesgo el paso del Tram que puede descarrilar en cualquier momento.
A todo ello, el edificio municipal se ha llenado de enchufados, algo que el PP criticó al PSOE hasta la saciedad, en una oficina de colocación de empleo cuyo único mérito de los candidatos es abrazar la causa popularista.
Si a eso le unimos que la gestión es nula y que ni la Mare de Déu del Lledó ha obrado el milagro de conceder la vocación de trabajar a los responsables políticos durante su estancia en el caso urbano podemos convenir que, parafraseando el título de una serie de televisión, “aquí no hay quien viva”.
Negro futuro nos espera a los castellonenses a lo largo de los próximos tres años si no hay un cambio de actitud, talante y responsabilidad manifiesta en unas personas que fueron elegidas democráticamente para velar por los intereses de la ciudad de Castellón, por nuestros intereses.
No por intereses particulares y partidistas.
Vicente Cornelles Castelló
Escritor y periodista