El portavoz de Aemet, Rubén del Campo, explicó que aún no es posible precisar si se trata de una DANA o de una borrasca fría.
A partir de este martes, la llegada de una nueva perturbación procedente del norte de Europa, que podría tratarse de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) o una borrasca fría, traerá consigo fuertes y persistentes lluvias en varias regiones de la península ibérica, especialmente en las zonas de la vertiente mediterránea y en las Islas Baleares, entre otros lugares.
Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) han destacado que debido a la incertidumbre de la situación y al carácter «potencialmente adverso» del fenómeno, es altamente recomendable seguir las previsiones meteorológicas y los avisos vigentes, los cuales se pueden consultar en la página web de Aemet, a través de su aplicación móvil y en sus redes sociales.
El portavoz de Aemet, Rubén del Campo, ha señalado,
La incertidumbre sobre la posición final de este sistema de bajas presiones es alta, lo que dificulta la predicción exacta de las áreas que recibirán las precipitaciones más intensas.
Además, ha indicado que entre el martes y el miércoles se experimentará un descenso significativo de las temperaturas, lo que también llevará a una bajada en la cota de nieve, que se situará alrededor de los 800 o 1.000 metros.
El portavoz explicó que aún no es posible precisar si se trata de una DANA o de una borrasca fría, ya que las diferencias entre ambos fenómenos son complejas. Mientras que las bajas presiones asociadas a una DANA afectan principalmente a niveles medios y altos de la troposfera, una borrasca fría se manifiesta también en niveles bajos. Sin embargo, ambos fenómenos comparten la dificultad de predecir con precisión su ubicación final, ya que son sistemas aislados de la circulación atmosférica general, aunque sus efectos pueden ser similares.
Entre el martes y el miércoles, la perturbación se irá aproximando a la península, incrementando la inestabilidad atmosférica, lo que dará lugar a lluvias en amplias zonas del norte de la península, con precipitaciones abundantes en el Cantábrico oriental y fuertes chubascos tormentosos en las áreas mediterráneas y en el archipiélago balear.
Según las previsiones de Aemet, en Baleares podrían acumularse entre 30 y 40 litros por metro cuadrado en solo una hora, lo que podría causar algunas inundaciones en zonas de baja altitud.
Además, se espera que durante ese periodo nieve de manera significativa en los Pirineos, la cordillera Cantábrica y en el norte del sistema Ibérico, a partir de los 1.800 metros de altitud, y que la cota de nieve descienda hasta los 800 o 1.000 metros hacia el final del día. También se espera nieve de menor intensidad en el sistema Central y en el sur del sistema Ibérico.
El miércoles, las lluvias continuarán en el Cantábrico, pero la inestabilidad se intensificará especialmente en las Islas Baleares, así como en el este, el sur y el centro de la península. En estas zonas se prevén precipitaciones fuertes o muy fuertes, y persistentes, con especial énfasis en las Baleares, el área del Levante y el sur de Andalucía.
Del Campo ha subrayado que el descenso térmico continuará, siendo más notorio en la mitad sur de la península, lo que resultará en un ambiente frío, con características invernales, y la posibilidad de heladas en zonas de montaña, así como en los páramos del centro y este de la península. Durante las horas centrales del día, las temperaturas oscilarán entre los 10 y los 15 grados en el interior, y estarán por debajo de los 20 grados en prácticamente toda España.
En cuanto a la nieve, la cota se situará entre los 800 y 1.000 metros en las montañas del norte y este de la península al principio del día, y entre los 1.200 y 1.500 metros en la cordillera Cantábrica y los Pirineos, donde se podrían registrar acumulaciones de más de 10 centímetros de nieve.
A partir del jueves, la incertidumbre en las previsiones aumentará considerablemente, ya que todo dependerá de la posición final de las bajas presiones. Aunque, por el momento, se considera probable que las lluvias más intensas afecten al Levante y al sur de Andalucía, esta predicción aún deberá ser confirmada.
En lo que respecta a las temperaturas, se espera que suban de manera significativa, lo que llevará a un ambiente más templado y más propio de un otoño moderado, en lugar de las condiciones invernales previas. Con esta subida de las temperaturas, la nieve también ascenderá a cotas más altas.
Para los últimos días de la semana, es probable que la península siga bajo la influencia de borrascas atlánticas, lo que podría traer lluvias, especialmente en el oeste, junto con temperaturas más suaves.
Aviso amarillo por lluvias el martes y aviso naranja el miércoles en zonas del litoral
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado que, a partir de este martes a las 12:00 horas, se emitirá un aviso de nivel amarillo en el litoral norte de Alicante y en el litoral norte de Castellón debido a las precipitaciones intensas, que podrían acumular hasta 20 litros por metro cuadrado en solo una hora.
Para el miércoles, el aviso se elevará a nivel naranja en el litoral norte de Alicante y en el litoral sur de Valencia, ya que se prevé que las lluvias acumulen hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora, y hasta 100 litros en un período de doce horas, con tormentas ocasionales.
A partir de las 20:00 horas del martes, se activará también un aviso amarillo por fenómenos costeros en el litoral norte de Alicante y en las costas de Castellón y Valencia. Se esperan vientos del nordeste, con velocidades de entre 50 y 60 kilómetros por hora (fuerza 7), y olas que podrían alcanzar entre 2 y 3 metros de altura.
El miércoles continuará la alerta amarilla en el litoral de Castellón, el litoral norte de Valencia y el interior sur de Valencia debido a las precipitaciones, que podrían acumular hasta 30 litros por metro cuadrado en una hora y 80 litros en 12 horas.
Además, entre las 00:00 y las 11:59 horas del miércoles se activará el aviso amarillo por fenómenos costeros en el litoral norte de Alicante y en el sur de Valencia. Se prevé que los vientos del nordeste alcancen los 50 a 60 kilómetros por hora (fuerza 7) y que las olas lleguen a los 3 metros de altura.
