El Consistorio incide en las tareas de limpieza en barrancos, imbornales y zonas con peligro de inundabilidad.
El Consistorio de Benicàssim ha ordenado a lo largo de este mes de agosto el plan de limpieza de imbornales y barrancos para prevenir las posibles consecuencias ante capítulos puntuales de fuerte lluvia. Como ha comentado la primera edila, Susana Marqués,
Prevenir y tener los dispositivos ordenados y preparados es esencial, por este motivo aparte de los trabajos de mantenimiento que efectuamos a lo largo de todo el año y de forma ordinaria, nos hemos adelantado frente a la posible llegada de una gota fría y este mes de agosto ya hemos activado las tareas de limpieza que nos dejan tener en buen estado todos y cada uno de los dispositivos de evacuación de aguas pluviales.
Este mes de agosto se está procediendo a la limpieza precautoria de los imbornales que dejarán un adecuado funcionamiento y drenaje en el caso de lluvias torrenciales. La finalidad de la limpieza de imbornales es extraer la suciedad, hojas y papeles que se amontonan dentro y que complican la recogida de agua en los días de lluvia, pudiendo llegar a generar inundaciones en las calles.
De esta forma se evita el colapso de las redes del alcantarillado y optima el funcionamiento de las redes de saneamiento.
Ha explicado la concejala de Medio Ambiente, Elena Llobell quien ha añadido,
Si esencial es efectuar una revisión anual de los imbornales, adelantarnos antes que empiecen las temporadas más lluviosas del año es nuestra prioridad.
Estas tareas se regulan con la limpieza manual que se lleva a cabo de forma ordinaria para despejar del exterior de los imbornales cualquier resto que pueda complicar la recogida de agua.
Asimismo se ha llevado a cabo trabajos de despejes en el Barranco de Farja en su tramo urbano, y según ha explicado Llobell,
El desbroce y limpieza de acantilado tiene dos finalidades. Por una parte el desbroce selectivo de la flora herbácea seca y refaldado de árboles y, por otro, la retirada de todos y cada uno de los elementos o restos sueltos vertidos en el cauce de estos barrancos como pueden ser enseres, neumáticos, maderas, restos inertes o restos vegetales.
Los trabajos precautorios en los barrancos abarcan la una parte de posibles incendios forestales y las grandes avenidas de agua por posibles lluvias torrenciales, así para disminuir al mínimo la presencia de mosquitos.
