Los doce sensores inteligentes se han instalado en seis puntos estratégicos del municipio. La concejala responsable del área, Cristina Fernández, ha explicado que se han instalado doce sensores en seis puntos estratégicos del municipio: la comisaría de policía, el retén de policía en Montornés, Villa Elisa, la plaza de los Dolores, junto al Centro de Formación y Empleo Josep Barberà i Ceprià y la zona del Eurosol.
La alcaldesa de la localidad, Susana Marqués, ha manifestado que las administraciones «tenemos la responsabilidad de actuar y la obligación de ser ambiciosos en nuestros objetivos medioambientales. Benicàssim ha aceptado el reto de ser social, económica y medioambientalmente más sostenible y lo venimos demostrando con nuestras acciones y políticas encaminadas a la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de preservar nuestro patrimonio medioambiental. Gracias a la tecnología de estos dispositivos de medición, damos un paso más y aumentamos nuestra eficiencia, al tiempo que continuamos trabajando en la consecución de los objetivos marcados por la Unión Europea”.
Esta medida se enmarca dentro de la apuesta por la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones CO2 y con la puesta en marcha de una red IoT multifuncional, las acciones y los resultados del plan de sostenibilidad serán medibles para poder adoptar determinadas medidas correctoras en caso de ser necesarias.
Esta medida forma parte del Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible (PACES), el documento estratégico de planificación energética y climática que contiene las acciones que Benicàssim llevará a cabo para superar los objetivos establecidos por la Unión Europea para el año 2030, como son la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la apuesta por las energías renovables y la lucha contra el cambio climático.
En concreto, el consistorio ha instalado cuatro sensores de CO2 capaces de medir la concentración de dióxido de carbono en espacios abiertos, a fin de asegurar que la calidad del aire en estos es correcta. Algo que será posible gracias al sistema de alarma de la solución, que notifica cuándo los índices se acercan a umbrales demasiado elevados haciendo posible establecer medidas preventivas.
Del mismo modo, se han instalado cuatro sensores ambientales capaces de recolectar información sobre la contaminación atmosférica y las condiciones ambientales del municipio. Una información muy útil a la hora de tomar decisiones en vista a mejorar la calidad del aire en los centros urbanos.
Por último, se han dispuesto cuatro sensores de sonido para controlar los niveles de ruido a fin de garantizar la salud y bienestar de las personas evitando su exposición a niveles altos de ruido. Esto resulta especialmente importante en zonas acústicamente saturadas (ZAS), espacios de ocio concurridos -tanto abiertos como cerrados- o en áreas con restricciones en los niveles de ruido.