Concurso de inútiles

Concurso de inútiles

Buscar un epíteto para describir la situación que vivimos en este país, antes llamado España, es misión imposible ya que inverosímil, kafkiano o grotesco quedan muy lejos de la realidad. Que hay más tontos que tejas es evidente y conocido por casi todos, ahora también hemos descubierto que están concentrados, la mayoría, en el mismo...

Buscar un epíteto para describir la situación que vivimos en este país, antes llamado España, es misión imposible ya que inverosímil, kafkiano o grotesco quedan muy lejos de la realidad.

Que hay más tontos que tejas es evidente y conocido por casi todos, ahora también hemos descubierto que están concentrados, la mayoría, en el mismo círculo.

Para relatar las incongruencias cometidas con la supuesta estrategia contra el coronavirus serían necesarios varios periódicos completos. Es imposible tomar tantas decisiones y todas erróneas a no ser que seas un cínico de tomo y lomo o te falten gran cantidad de neuronas.

Todo empezó, por aquello de poner un principio, con la autorización, más bien con el fomento de las manifestaciones feminazis del pasado día 8 de marzo. También fue un error celebrar Vistalegre. La diferencia es que por esto último se ha pedido perdón y por lo primero seguimos aguantando la necesidad de que nuestro Gobierno se pliegue a las exigencias de un grupo de mujeres que han perdido el juicio y no representan a nadie. Un movimiento feminazi que no pregona la igualdad sino privilegios para el supremacismo feminista.

Después de aquello, la gestión del problema ha sido, a diario, una de las mayores incongruencias cometidas por un Gobierno en la historia de España.

Aquella vieja referencia a “Juan Portal” viene como anillo al dedo a nuestro Gobierno, “siempre tarde y mal”. Como en los mejores tiempos de Zapatero y Solbes, aquí no pasaba nada, y la gravedad de la situación era ignorada por una coalición más preocupada del reparto del pastel que del interés general.

El asunto se agrava hasta límites insospechados por la absurda división del territorio nacional en comunidades autónomas. Ha quedado meridianamente demostrado que hay asuntos, como el de la salud pública, que tienen que estar centralizados en el Estado y no en manos de 17 bailabotes que no saben ni donde tienen la mano derecha.

Somos el hazmerreír de Europa, somos el único país de la UE que no ha unificado un teléfono para las emergencias, aquí, como nuestra estupidez permite, se ha creado un teléfono diferente para cada autonomía.

Mientras nuestros países vecinos controlaban fronteras, aislaban ciudades enteras y tomaban medidas de emergencia nacional aquí solo circulaban nefastos e indignos comentarios en las RRSS por el positivo de Javier Ortega Smith

Invadidos por la doble moral que nos venden desde el Gobierno y desde sus obedientes medios de comunicación, era la “ultraderecha” quien propagaba el virus. Poco después han tenido que comerse sus comentarios, “siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo”.

Ahora, a toda prisa, y cuando ya no tiene remedio, quieren cerrar y controlar las fronteras algo que pidió Santiago Abascal casi hace un mes y por lo que fue tratado de estúpido y facha. Hasta los “moritos” se han adelantado a España. Marruecos, donde parece que sí queda alguna neurona, ha cerrado sus fronteras con España y devuelve el importe de su billete a todos los que querían volar al país del norte de África.

No quiero aburrirles relatando todas las meteduras de pata de un Gobierno que ha pecado, una vez más, de inacción y que sigue jugando con nosotros mintiendo a cada paso y manipulando la opinión pública. Sí quiero dejarles algunas pinceladas.

Una gran ocurrencia fue cerrar los colegios para que los portadores no enfermos del virus, los niños, se fueran a casa de los abuelos, las personas de máximo riesgo, mientras sus padres trabajaban.

Hasta el mismo jueves tuvimos que aguantar la ignorancia y estupidez de nuestro ínclito consejero de educación diciendo que se suspendía toda actividad lectiva a partir del lunes. ¿Y por qué no ya? ¿Por qué hay que esperar al lunes? Que nuestro consejero sea un indocumentado no es óbice para que alguien de su alrededor, compañeros de Gobierno o asesores, le diga que lo que acababa de decretar era una estupidez absoluta.

Desde la Generalidad Valenciana han llamado a los domicilios de algunos, no sabemos si a todos, parlamentarios de nuestras Cortes regionales para comunicarles  “que ya no se hacen más pruebas, salvo que alguien tenga unos síntomas muy graves, porque en poco tiempo el 60% estará contagiado, y ya da igual, porque si estás contagiado y no estás mal, te has de quedar en casa, y si das negativo, también te has de quedar en casa. Así que ¿para qué van a hacer más pruebas?”

Se lo traduzco: Si no hacen más pruebas, no habrá más datos de contagios, no habrá más estadísticas, y no sabremos exactamente qué está pasando.

 Lo mismo que Pedro Sánchez:” Los que hayan estado en contacto con positivos en el virus, se considerarán ‘casos posibles’, pero no casos de contagio”, con lo que de cara a la galería ya no se incrementarán las cifras.

José María Llanos, Diputado de VOX en las Cortes Valencianas, lo ha definido con gran acierto: “Todo un perfecto fraude de Puig y Sánchez

He prometido no aburrirles, pero si no les cuento la última no podría dormir. Resulta que el foco más importante del virus está en Madrid. Pues bien, en vez de aislar Madrid, mandan a la gente a trabajar desde casa y cierran los colegios. ¿Resultado? Tenemos medio Madrid en las playas de nuestra comunidad con el enorme riesgo que eso supone. Parece que los madrileños hubieran confundido pandemia con “pa Denia”.

Termino. China ha ofrecido ayuda a España para frenar la expansión del virus. ¿Han oído o leído esta noticia en algún medio?

Este Gobierno de desalmados en un serio problema y desgraciadamente la solución del problema está en manos del problema.

Luis Andrés Cisneros