La organización contaba con la colaboración de un agente inmobiliario que brindaba asistencia logística inmobiliaria, adaptando propiedades a las necesidades criminales al manipular los contadores de luz.
La operación Masías de la Guardia Civil ha llevado a cabo la desarticulación de una organización criminal establecida en Castellón y ha detenido a 31 personas sospechosas de cometer delitos de organización criminal, contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. Conforme explica la benemérita en un comunicado.
Las detenciones se han llevado a cabo en distintas ubicaciones, concretamente 17 en Castellón, nueve en Tarragona, dos en Valencia, dos en Navarra y una en Barcelona. Los agentes han realizado un total de 21 registros domiciliarios, 15 en Castellón, cinco en Tarragona y uno en Valencia, donde se han encontrado 10.676 plantas y 69 kg de cogollos de marihuana. Además, se han incautado más de 5.000 € en efectivo, una pistola, documentación relevante, vehículos de alta gama, así como dispositivos electrónicos y de almacenamiento masivo.
Se estima que durante el período investigado, la organización criminal habría traficado marihuana con un valor en el mercado de aproximadamente 1.000.000 de euros. Además, se calcula que el valor del suministro eléctrico defraudado ascendería a 750.000 euros.
La investigación se inició el año pasado, en 2022, cuando se detectó la presencia de un grupo de albaneses sospechosos de formar una red criminal en la localidad de Oropesa del Mar, en Castellón.
Los agentes constataron que ninguno de los albaneses involucrados tenía empleo y que la organización contaba con la colaboración de un agente inmobiliario de nacionalidad española cuya actividad laboral estaba prácticamente dedicada a la organización. Este individuo brindaba asistencia logística inmobiliaria, adaptando propiedades a las necesidades criminales al manipular los contadores de luz para defraudar el suministro eléctrico y convertir los lugares en instalaciones adecuadas para el cultivo ilegal de marihuana.
Durante la investigación, se identificó a más de 31 personas como miembros de la organización criminal, que operaban bajo la dirección de una pareja albanesa. Estos individuos desempeñaban diversas funciones de manera organizada y jerarquizada, como reclutadores, intermediarios, instaladores, gestores y cuidadores de las plantaciones.
Una vez establecidos, los miembros de la organización procedían a la instalación y comenzaban el cultivo de marihuana. Involucraban a nuevos integrantes con el objetivo de vigilar y custodiar las plantaciones, en condiciones potencialmente abusivas y de explotación. Mantenían las puertas y ventanas cerradas, en muchas ocasiones sin poder salir al exterior, dependiendo incluso de terceras personas para su alimentación. Todo esto ocurría en espacios interiores extremadamente reducidos y rodeados de plantas de marihuana.
La investigación policial ha logrado recopilar numerosos indicios y evidencias que respaldan la posible comisión de delitos de organización criminal, contra la salud pública (tráfico de drogas) y defraudación de fluido eléctrico. Obtener esta información resultó altamente complejo debido a la naturaleza endogámica de la organización criminal, los constantes cambios de residencia de sus miembros y la ocultación de los lugares destinados al cultivo. Además, se tomaron medidas de contravigilancia para evitar la detección de sus actividades.
La investigación, llevada a cabo bajo la dirección del Juzgado de Instrucción Nº 6 de Castellón, sigue en curso y no se descartan futuras detenciones.
La operación Masías ha sido desarrollada por el Grupo de Información de Castellón con el apoyo de la Jefatura de Información. En las actuaciones también han participado la Sección de Información de la Zona de Valencia, el Grupo de Información de las Comandancias de Navarra y Tarragona, los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de Barcelona y Zaragoza, la Unidad de Seguridad Ciudadana y Control de Fronteras (USECIC), el Grupo Cinológico y miembros de la Policía Judicial y de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Castellón.
Fotografía portada: Archivo Guardia Civil.