La Policía ha llevado a cabo la detención de 30 personas y ha realizado la incautación de más de 300 kilos de marihuana, 17 kilos de hachís y 1,4 kilos de cocaína.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal afincada en Sagunto y dedicada a la venta de drogas, específicamente cocaína, marihuana y hachís. En el operativo se logró la detención de 30 personas, 22 hombres y 8 mujeres, así como la realización de 15 registros en diferentes ubicaciones. Se decomisaron más de 1,4 kilos de cocaína, 17 kilos de hachís, 300 kilos de marihuana, 60 cajas de sustancias anabolizantes, dos gramos de MDMA, más de 53.000 euros en efectivo, un arma de fuego con cartuchos, un dispositivo táser y seis vehículos de lujo.
Las investigaciones se iniciaron en febrero de 2022, después de detectar a miembros de esta organización con base en Sagunto (Valencia), cuya principal función era distribuir cocaína en toda la Comunidad Valenciana, según informó la Policía Nacional en un comunicado.
Sin embargo, durante el desarrollo de la operación, los agentes descubrieron que el grupo criminal también operaba una «amplia» red de instalaciones para el cultivo de marihuana en diferentes localidades de la provincia de Valencia. Además, se dedicaban al transporte de cocaína, marihuana y hachís a países europeos como Francia, Suiza, Austria, Alemania y Países Bajos.
De hecho, dos de los miembros de la organización fueron detenidos cuando se disponían a viajar a Francia, y se les incautaron 16 kilos de hachís escondidos en compartimentos ocultos del vehículo en el que circulaban. La droga estaba oculta dentro de las cuatro puertas del automóvil.
La operación policial se llevó a cabo en cinco fases, durante las cuales se realizaron un total de 15 registros en viviendas y locales de hostelería. En total, se detuvo a 30 personas, la mayoría de ellas con antecedentes penales, y nueve de ellas fueron enviadas a prisión.
A lo largo de la investigación, la Policía comprobó la «alta profesionalidad» de los detenidos. De hecho, en la organización criminal había una clara división de funciones, ya que contaba con especialistas altamente capacitados para instalar plantaciones de marihuana de alto nivel técnico.
Además, la organización disponía de una «amplia infraestructura» no solo para el cultivo de marihuana, sino también para su distribución a nivel internacional. También utilizaban diferentes métodos para evitar ser detectados por las autoridades, como el uso de viviendas para ocultar la droga o la utilización de compartimentos ocultos en vehículos para su transporte.
