Este individuo podría ser uno de los jóvenes a los que el sacerdote, presuntamente, "llevaba a casa para tener sexo a cambio de dinero".
Detenido un joven como presunto autor de la muerte por asfixia del canónigo de la Catedral de Valencia, Alfonso López Benito, de 85 años. Según las investigaciones, este individuo podría ser uno de los jóvenes a los que el sacerdote presuntamente, «llevaba a casa a cambio de dinero para mantener relaciones sexuales».
La detención se produjo después de que el joven cometiera un robo en la vivienda del canónigo, llevándose consigo el móvil del fallecido. Posteriormente, se descubrió que el detenido se hacía pasar por el religioso, simulando su presencia y utilizando su teléfono. Un conocido del fallecido alertó a la Policía al percatarse de que alguien estaba utilizando el teléfono del sacerdote de manera sospechosa.
Los testigos presenciales relatan que la cerradura de la vivienda del cura no estaba forzada, lo que sugiere que el presunto asesino podría contar con las llaves del domicilio. Este detalle añade complejidad al caso y apunta a una relación cercana o previa entre el joven detenido y la víctima.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en la tarde de este miércoles a un joven como presunto autor del homicidio del canónigo emérito de la Catedral de València, Alfonso López Benito, de 80 años de edad. El arresto se ha producido apenas 24 horas después del hallazgo del cadáver del canónigo en su piso de la calle Avellanas, al lado del Arzobispado, en pleno centro histórico de Valencia.
Las autoridades continuarán con la investigación para esclarecer completamente los detalles de este lamentable incidente y garantizar la justicia en este caso.
El canónigo emérito de la Catedral de Valencia, Alfonso López Benito, fue víctima de un trágico asesinato. La Policía Nacional ha iniciado una investigación exhaustiva con el objetivo de esclarecer las circunstancias que rodean su muerte, ya que su cuerpo sin vida, con evidentes signos de violencia, fue descubierto el pasado martes en su residencia.
El detenido es un joven con el que la víctima «habría mantenido una relación de índole sexual», y también enfrenta cargos por robo, ya que se llevó el teléfono móvil del sacerdote. Desde este dispositivo, envió mensajes de WhatsApp haciéndose pasar por la víctima y comunicando que estaría ausente durante unos días, con la intención de retrasar el descubrimiento del cadáver. El cuerpo fue encontrado el martes por la mañana «en su cama, sin ropa y con evidentes señales de asfixia».
Los agentes de la Policía, al encontrar el cadáver, sospecharon que el presunto autor del crimen habría utilizado el teléfono móvil del sacerdote para enviar mensajes y simular que estaba vivo.
El martes pasado, agentes de la Policía Nacional descubrieron el cuerpo sin vida de un hombre en su residencia ubicada en el centro de Valencia. Se trataba de un sacerdote, cuyo cadáver fue encontrado en su domicilio de la calle Avellanas, muy cerca del Arzobispado.
El grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia asumió la investigación para esclarecer completamente los hechos, ya que se encontraron evidencias de violencia. También se trasladó al lugar la Brigada Provincial de Policía Científica para realizar las correspondientes pericias.
La autopsia ha revelado que el sacerdote falleció por asfixia, probablemente en la madrugada de San Vicente Mártir. El joven afronta acusaciones por los delitos de asesinato y robo, ya que sustrajo el teléfono móvil del cura con el propósito de hacerse pasar por él y enviar mensajes a sus amigos y personas cercanas.
Conforme ha adelantado Levante-EMV, el joven arrestado, natural de un país sudamericano y actualmente en custodia policial, fue apresado por agentes del grupo de Homicidios, quienes siguieron el rastro del teléfono móvil y utilizaron información proporcionada por personas del entorno del canónigo emérito, López Benito. Estas personas habrían colaborado en identificar al sospechoso, ya que este visitaba regularmente la vivienda y llegaba a permanecer varios días en la casa.
Hasta el momento, no ha trascendido si el joven ha reconocido su participación en la muerte del canónigo emérito después de ser arrestado.
Cabe destacar que el detenido es uno de los jóvenes en situación de vulnerabilidad a los que «el sacerdote llevaba a casa a cambio de dinero, muchas veces para mantener encuentros sexuales». Este aspecto contextualiza la relación entre el sospechoso y la víctima, arrojando luz sobre posibles motivaciones detrás de este trágico suceso.
El asesinato de Alfonso López Benito ha conmocionado a la comunidad religiosa y a la sociedad en general. La apertura de la investigación busca arrojar luz sobre los detalles de este trágico incidente y proporcionar respuestas a las preguntas que rodean su muerte violenta. Las autoridades trabajarán diligentemente para llevar a cabo una investigación exhaustiva y garantizar que se haga justicia en este caso.
Según la información recabada por este diario, el canónigo emérito de la Catedral de Valencia solía reclutar a estos jóvenes en la calle, la mayoría de ellos entre los aparcacoches del centro de la ciudad. Este detalle se desprende de los testimonios de personas cercanas al sacerdote que han prestado declaración ante los investigadores del grupo de Homicidios y que estaban familiarizadas con las costumbres de Alfonso López Benito.
La práctica de llevar a jóvenes a su domicilio le había generado conflictos, llegando incluso a trascender lo personal y causar tensiones con parte del vecindario, especialmente después de que la Policía Nacional y la Policía Local tuvieran que intervenir en varias ocasiones en la vivienda.
En uno de estos incidentes, que tuvo lugar hace aproximadamente dos años, agentes de la Policía Nacional tuvieron que mediar entre él y un joven, en este caso un chico rumano de poco más de 20 años, tras una fuerte discusión originada por la desaparición del teléfono móvil del cura.
A raíz de las quejas vecinales, el Arzobispado había llamado la atención en varias ocasiones al ahora fallecido, instándole a que dejara de llevar jóvenes a su casa. Según la versión del canónigo emérito, él argumentaba que llevaba a estos jóvenes, que se encontraban en situación de vulnerabilidad, para ayudarles. No obstante, los superiores le recordaron que la forma de ayuda por parte de la Iglesia no implicaba llevar a jóvenes en situación de marginalidad a domicilios particulares. A pesar de estas advertencias, el canónigo hizo caso omiso a las sugerencias de sus superiores.
Estas visitas se llevaban a cabo, en promedio, varias veces por semana, y los jóvenes apenas pasaban un breve período de tiempo en la vivienda. Sin embargo, algunos de ellos llegaron a permanecer varios días en el piso, como es el caso del joven ahora detenido.
La información que maneja la Policía Nacional indica que el canónigo emérito, Alfonso López Benito, «captaba a jóvenes en situación de exclusión social, muchos de ellos extranjeros. Les ofrecía dinero, generalmente alrededor de 50 euros, a cambio de realizar diversos arreglos en la casa, aunque rara vez cumplía con el pago acordado». En muchas ocasiones, «las intenciones del ahora fallecido tenían connotaciones de índole sexual».
El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía ha asumido la responsabilidad de investigar la muerte de Alfonso López Benito, canónigo emérito de la catedral, de 85 años, cuyo crimen se dio a conocer a media mañana del pasado martes. La Policía mantiene en secreto sumarial las indagaciones y continúa con las pesquisas.
El Arzobispado de Valencia emitió un comunicado en el que informaba que tuvo conocimiento del fallecimiento del sacerdote a través de la Policía Nacional y los medios de comunicación. Se puso a disposición de las autoridades para colaborar en la esclarecimiento de los hechos.
El descubrimiento del cadáver lo realizó el portero del edificio, lo que desencadenó la activación del dispositivo policial. Un conocido del canónigo difunto se presentó en el lugar para informar a los agentes de que alguien estaba utilizando el teléfono móvil del sacerdote para hacerse pasar por él después de su fallecimiento.
La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, confirmó la detención de un hombre en relación con la muerte del canónigo. Además, señaló que el detenido era la persona que tenía en su posesión el teléfono móvil del párroco. Bernabé indicó que se está llevando a cabo una investigación para esclarecer los hechos que provocaron la muerte de la víctima. También mencionó que, una vez realizada la autopsia y con las pruebas forenses, «se podrá determinar la causa del fallecimiento y las acusaciones contra el detenido». «Vamos a permitir que la investigación continúe», concluyó.
Relacionadas: Un cura aparece muerto en Valencia con signos de violencia
Conoce más sucesos en este enlace
Fotografía portada: Archivo Policía Nacional.