La jornada comenzó con el tradicional "Vol de l’Alba", un solemne toque de campanas desde el Fadrí que marcó el inicio de la festividad.
Castellón de la Plana celebra este domingo, 4 de mayo de 2025, el día grande en honor a su patrona, la Mare de Déu del Lledó, en una jornada marcada por la devoción, la tradición y el orgullo Castellonero. Este año, la festividad cobra un significado especial al enmarcarse en el III Año Mariano del Lledó y el Año Jubilar, coincidiendo con el 101 aniversario de la Coronación Pontificia y Canónica de la Virgen, un hito histórico que tuvo lugar el 4 de mayo de 1924.
La ciudad se ha volcado en una serie de actos religiosos y populares que han reunido a miles de fieles y autoridades, reafirmando el profundo vínculo de Castellón con su «Mareta».
La jornada comenzó al amanecer con el tradicional «Vol de l’Alba», un solemne volteo de campanas desde el campanario del Fadrí que anunció la solemnidad del día. Este sonido, tan arraigado en la identidad de la ciudad, dio paso a una mañana cargada de actos litúrgicos en la Concatedral de Santa María.
A las 9:00 horas, se celebró la Misa de Comunión General, presidida por el prior de la Real Cofradía de la Mare de Déu del Lledó, Miguel Abril Agost. Posteriormente, a las 11:00 horas, tuvo lugar la Misa Estacional, oficiada por el obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, y que contó con la asistencia de la alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, junto a concejales de la corporación municipal, representantes de la Real Cofradía y las reinas y damas de las fiestas.
En su intervención, la alcaldesa destacó el profundo significado de la celebración,
Hoy Castellón exalta la devoción que siente hacia la nostra Mareta, con el orgullo del sentir Castellonero, cumpliendo con la tradición y rindiendo homenaje a nuestras raíces.
Carrasco, quien fue Clavariesa en 2024 durante el centenario de la Coronación, subrayó la importancia de la Mare de Déu del Lledó como “emblema del Castellonerismo” y símbolo de unidad para la ciudad. Asimismo, hizo un llamamiento a los Castellonenses para vivir estas fiestas con emoción, recordando el papel de la patrona como “faro y guía” en momentos de dificultad, especialmente para aquellos afectados por la reciente DANA en la Comunidad Valenciana.
Una procesión cargada de simbolismo en honor a la Mare de Déu del Lledó
Por la tarde, a las 18:00 horas, se celebra el Rosario y Sabatina en la Concatedral, seguidos de la procesión general, uno de los momentos más esperados de la jornada. La imagen de la Mare de Déu del Lledó, portada a hombros por los barreros de la Real Cofradía, recorre las principales calles del centro de Castellón, desde la Concatedral de Santa María hasta la Capilla de la Purísima Sangre. El itinerario incluye la Plaza Mayor, Plaza de la Hierba, calle Colón, Enmedio, Puerta del Sol, Gasset y Mayor, engalanadas con la tradicional “Enramà”, un manto de hojas y flores de naranjo que simboliza la bienvenida de la ciudad a su patrona.
La comitiva, encabezada por una cabalgata costumbrista, cuenta con la participación de los santos patronos de la ciudad, la Escuadra de Gala de la Policía Local, la Guardia Rural, la Colla de Dolçainers i Tabaleters, y representantes de las gaiatas, reforzando el carácter comunitario de la celebración.
Al llegar a la Capilla de la Purísima Sangre, se lleva a cabo el acto de despedida de la ciudad a su patrona, un momento cargado de emotividad en el que los Castellonenses expresan su devoción con vítores, aplausos y cánticos como la Salve Popular. Posteriormente, la imagen será trasladada desde la Plaza María Agustina hasta la Basílica del Lledó, donde permanecerá como epicentro de la devoción mariana.
La jornada culminara con un espectáculo pirotécnico que cerrará un día histórico para la capital de la Plana.
A continuación, en el pórtico de la Casa Prioral, se llevará a cabo la Sesión Municipal, presidida por la alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, en la que se nombrarán al Clavario y al Perot de las fiestas de 2026. Este acto, denominado “Plenillo”, es una tradición que reafirma el compromiso de la ciudad con su patrona.
Un año de especial significado: III Año Mariano del Lledó en Castellón
La festividad de 2025 se enmarca en el III Año Mariano del Lledó, decretado por el obispo Casimiro López Llorente en 2007 para conmemorar aquellos años en los que el 4 de mayo, fecha de la Coronación, coincide con un domingo. Este año, además, coincide con el Jubileo Ordinario 2025 “Peregrinos de Esperanza”, proclamado por la Iglesia Católica, lo que añade un carácter espiritual único a las celebraciones. Bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, la diócesis ha invitado a los fieles a profundizar en su fe y a vivir estas fiestas como una oportunidad para la renovación espiritual.
La devoción a la Mare de Déu del Lledó, una pequeña estatuilla de alabastro de apenas 6 cm hallada en el siglo XIV bajo un almez (lledoner), se remonta a ocho siglos atrás. Proclamada patrona de Castellón en 1648 y coronada canónicamente en 1924, su culto se ha consolidado como un pilar de la identidad de la ciudad. La Basílica del Lledó, declarada basílica menor en 1983, y la Real Cofradía, fundada en 1559, son los principales guardianes de esta tradición. El presidente de la Cofradía, Jesús Lumbreras, destacó la importancia de estas fiestas para “mantener viva la devoción a la Mareta” y animó a los Castellonenses a participar en los más de 130 actos programados hasta el 25 de mayo, que incluyen misas, conciertos, exposiciones y actividades infantiles.
Tradiciones que unen a la ciudad de Castellón
Entre los actos previos, destacó la “Enramà”, celebrada el 28 de abril en la Capilla de Santa Ana, donde se recolectaron ramas de naranjo para decorar el recorrido procesional. Este acto, organizado por el Perot de 2025, Juanjo Porcar, y el Clavario, Manuel Lumbreras, contó con la participación de la alcaldesa y miembros de la Cofradía, reforzando el sentido de comunidad. Asimismo, el “Pregonet” infantil, pospuesto por el funeral del Papa Francisco, se celebró el sábado 3 de mayo, con cientos de niños y niñas anunciando el día grande a través de las calles del centro. La serenata a la Virgen en la Plaza Mayor, el viernes 2 de mayo, fue otro de los momentos destacados, culminando con un espectáculo de fuegos artificiales.
La alcaldesa Begoña Carrasco, en nombre de la ciudad, expresó su gratitud a la Real Cofradía por su labor en la organización de los actos y reiteró su invitación a los ciudadanos a “vivir estas celebraciones con la misma emoción que sentimos al ver su imagen recorrer nuestras calles”. Con esta jornada, Castellón no solo honra a su patrona, sino que reafirma su compromiso con una tradición que une pasado, presente y futuro, consolidando a la Mare de Déu del Lledó como el corazón espiritual y cultural de la ciudad.
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