El consistorio promueve esta medida fiscal para incentivar a las parcelas en activo y fomentar cultivos ecológicos
La bonificación en el Impuesto de Bienes Inmuebles de Naturaleza Rústica que aplica el Consistorio de Castelló en fincas en activo ha beneficiado este año a 360 fincas de Castelló con una extensión total de 236 hectáreas. El último Pleno Municipal del jueves aprobó una segunda etapa de solicitudes de 2022 que incluye 73 parcelas con 58,3 hectáreas. En diciembre se validó una primera con 287 fincas con 178 hectáreas.
“Con esta fiscalidad progresiva verde queremos frenar el abandono de nuestros campos, ayudar a la reactivación agraria y promover la producción agroecológica que aporte reconocimiento al sector y cuide nuestro medio ambiente. En este primer ejercicio resaltamos la recepción de esta bonificación, que continuará el próximo año”, ha afirmado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro.
El concejal de Hacienda, David Donate, ha recordado que el gobierno municipal aprobó esta medida «para implementar una fiscalidad verde y dirigida a incentivar un sector tan importante como es el agrícola». «Una iniciativa de la que se benefician productores locales, que ha llegado a 360 parcelas de Castelló y que demuestra que este gobierno municipal está al lado del sector primario de nuestra ciudad», ha destacado.
La ordenanza fiscal del IBI rústico incluye un descuento del 50% de la cuota de las parcelas que se encuentran en producción agraria, un porcentaje que aumenta hasta un 70% en los cultivos de producción ecológica. El plazo para presentar solicitudes para el ejercicio fiscal de 2022 finalizó el 1 de marzo. Las propuestas que se presenten ahora se aplicarán en el recibo de 2023.
Esta medida forma parte del Plan de Reactivación Agraria que impulsa el Consistorio con el objetivo de recuperar los campos en desusos del cinturón verde, recuperar y dignificar el sector primario y revitalizar el paisaje.