El presupuesto de 2023 quedó agotado en muchas partidas semanas antes del cierre de año con un gran desajuste entre gastos e ingresos.
El Ayuntamiento de Morella ha llevado a cabo una operación de tesorería por un monto total de 600,000 euros con el objetivo de hacer frente a los pagos programados para el año 2023. Este «préstamo» permite al consistorio asegurar el pago de las nóminas, que en diciembre ascendieron a más de 200,000 euros. Además, con esta medida financiera se están saldando facturas pendientes con proveedores desde agosto, algunas de las cuales se remontan a los meses de enero y febrero tanto en el ayuntamiento como en el CISE.
Asimismo, se hace necesario afrontar el pago de las subvenciones a particulares del ARRUR 2020, asignaciones nominativas que el ayuntamiento recibe del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, así como de la Generalitat Valenciana, con el fin de distribuirlas entre los vecinos que han llevado a cabo la rehabilitación de sus viviendas. Estas subvenciones fueron desviadas a otros gastos por el equipo de gobierno anterior.
La operación de tesorería se llevó a cabo con la entidad Cajamar, después de considerar varias opciones bancarias. Las condiciones de este préstamo incluyen un monto de 600,000 euros a ser reembolsados en el plazo de un año, con un tipo de interés variable de 3 meses + 0,24%, y sin comisiones, incluida la de cancelación.
En la actualidad, la situación económica del Ayuntamiento de Morella es delicada, principalmente debido a los plazos de pago y finalizaciones de subvenciones, como las del plan avanza y fondos forestales, que el ayuntamiento debe saldar en su totalidad con las empresas encargadas de llevar a cabo los proyectos. El alcalde de Morella, Bernabé Sangüesa, señaló que «todos los recursos disponibles se destinaron a pagar los compromisos del equipo de gobierno anterior antes de las elecciones, lo que ahora dificulta hacer frente a todas las obligaciones. A pesar de los recortes de gastos que hemos implementado desde que asumimos la gestión del consistorio, los ingresos presupuestados no se materializaron debido a su inexistencia, mientras que los gastos sí lo hicieron». El presupuesto de 2023 se agotó en numerosas partidas semanas antes de finalizar el año, generando un desequilibrio significativo entre ingresos y gastos.