El portavoz socialista, Miguel Alcalde, critica el retraso en la obtención de terrenos para el festival y lamenta la ausencia de una oferta de paquetes turísticos que revierta en el sector turístico local
El Grupo Municipal Socialista de Benicàssim ha invitado al equipo de Gobierno local a hacer una reflexión sobre qué parte de la falta de éxito de la 25 edición del FIB ha tenido que ver con la gestión municipal. El portavoz socialista, Miguel Alcalde, lamenta que “la disminución importante de visitantes y que no hayamos podido el éxito de 25 años ininterrumpidos de la cita musical que puso a Benicàssim en la élite mundial de este tipo de festivales”.
Alcalde apunta “fallos importantes” en la gestión de Susana Marqués que han contribuido a la falta de éxito de esta última edición del FIB, que ha concluido con el anuncio de la transmisión del festival de unas empresas a otras. Los socialistas recuerdan que la alcaldesa decidió no seguir adelante con el arrendamiento anual de los terrenos que albergan el festival y proceder a la expropiación forzosa de la propiedad de los terrenos. Para ello pidió apoyo a otros grupos municipales, y lo obtuvo, siempre asegurando que en el mes de julio se habría procedido a la ocupación de los terrenos y que la propiedad sería ya municipal. Pero no ha sido así.
El concejal socialista explica que “retrasos y errores en la gestión administrativa han hecho que la propiedad siguiese en manos de los anteriores dueños y que haya habido que negociar con propietarios que ya saben que van a ser expropiados. ¿Resultado? Muchos de ellos no han querido alquilar y el Ayuntamiento no ha podido poner a disposición de los organizadores la totalidad de los terrenos”.
Tampoco la oferta de paquetes turísticos ha sido la idónea. Según señala el portavoz del Grupo Socialista, el Ayuntamiento de Benicàssim “no ha sabido liderar una oferta en paquetes que incluyan entrada al FIB, alojamiento y desplazamientos, como sí han hecho municipios de nuestro alrededor, de tal forma que Benicàssim recibe el festival y las molestias que conlleva y el beneficio económico se reparte en pueblos de nuestro entorno cuya gestión está siendo mucho más eficaz”.
Alcalde también invita a reflexionar sobre la preocupación creciente entre el tejido comercial y sobre todo el hostelero de Benicàssim, que ve cada día con más recelo la celebración de festivales en fechas punta de la campaña veraniega, ya que en julio y agosto todos los establecimientos rozan el completo y ponen en duda que la celebración de festivales les esté aportando un público extra a lo que ya tienen contratado al 100%.
Por último, Miguel Alcalde confía en que la entrada de nuevas empresas y las experiencias pasadas “hagan que el Ayuntamiento y sus gestoras, ya que pagamos dos alcaldesas, consigan al menos no seguir deteriorando el FIB y que podamos volver a estar orgullosos de este festival musical que ha puesto el nombre de Benicàssim en el mundo entero”.