Es una lástima que quien gobierna no apoye una propuesta que Almassora reconoce cada día desde sus balcones a quienes exponen su vida por salvar la nuestra
El PSPV tumbó ayer la propuesta del Grupo Municipal del Partido Popular en Almassora de reconocer a los sanitarios con la Caldera de Honor 2020. Una figura emblemática y querida por la población que cada mayo, con motivo del día de la patrona, se entrega a una figura, empresa o colectivo al que la localidad desea reconocer por su implicación.
“Si este año alguien cumplía estos requisitos era, sin lugar a dudas, el colectivo de sanitarios de nuestra localidad. El mismo al que los vecinos aplauden puntuales cada día a las ocho de la tarde. Los profesionales que todavía hoy están exponiendo sus vidas para garantizar y proteger las nuestras”, ha considerado Vicente Blay Casino Serra.
No es así para el PSPV, que ayer tumbó literalmente la iniciativa alegando que se debían evitar las aglomeraciones. “No creemos que sea necesario convocar a más de 10 personas para entregar este premio. Es más, con que lo entregue la alcaldesa al gerente de salud de nuestra localidad sería más que suficiente. El valor del premio reside precisamente en la entrega, vocación y dedicación que a fecha de hoy siguen prestando estos profesionales y que lamentablemente para el PSPV no es suficiente motivo”.
Desde el PP “hemos apoyado iniciativas que han movilizado a voluntarios”. De hecho, ha señalado Vicente Blay Casino, “nuestros jóvenes participaron esta semana en el reparto de las mascarillas que tras más de 50 días el ayuntamiento adquirió. Hay que aplicar las debidas medidas de protección y la distancia de seguridad para así conseguir que estos recursos lleguen a nuestros vecinos”. Asimismo, el PSPV ha anunciado que va a cocinar en el almacén municipal calderas de arroz para repartirlas entre los mayores. “Otra medida que aplaudimos y que movilizará a vecinos para, con las debidas medidas de protección porque son población de riesgo, entregar esa caldera de nuestra patrona”. “Para otorgar la Caldera de Honor solo se necesitaban dos personas: la alcaldesa y el gerente de salud. Una lástima”.