Así encabeza un lector su carta dirigida a nuestra redacción que reproducimos íntegramente
En las Urbanizaciones de Montornés y las Palmas los Jabalíes condicionan nuestras vidas. ¡Es una vergüenza!
En las calles que dan a los barrancos, a partir de las 10:00 de la noche oímos los gruñidos de los jabalíes y los ladridos de nuestros perros cuando los detectan. Van en grupos de hasta 10 elementos. Se acercan a las casas y a los contenedores en busca de comida. En ocasiones los vuelcan para rebuscar en su interior.
En ocasiones los vemos desde las ventanas como bajan en dirección a la autopista.
Sabemos que esos animales son peligrosos y que transmiten la tuberculosis y otras enfermedades como la peste porcina africana.
¿Cómo es posible que las autoridades hayan permitido que lleguemos a esta situación?
Con esta pandemia de coronavirus estamos todos asustados. Solo falta que los indocumentados que actualmente nos están gobernando permitan que se metan los jabalíes en nuestras casas y nos transmitan otras enfermedades.
Hace años, era un placer pasear por la montaña al anochecer.
Ahora, a partir de las 10:00 de la noche no nos atrevemos a salir, ya que probablemente nos encontraremos jabalíes alrededor de nuestras casas. Estamos hartos de hablar con el ayuntamiento de Benicasim y la Conselleria de Medio Ambiente para que tomen las medidas que procedan para eliminar este grave problema que tenemos en las urbanizaciones de montaña de Benicasim . No nos hacen ni caso. Sin embargo, los cuatro ecologistas que viven por aquí siempre están en la prensa y en la televisión. Son cuatro pero es como si fuesen la mayoría.
Por aquí se dice que la población de jabalíes en el Dessert es de más de 1500 jabalíes. Teniendo en cuenta que cada hembra pare una o dos veces al año entre cuatro y seis jabalíes, no es difícil hacer la cuenta.
Dentro de muy poco tiempo, cuando haya 10.000 o 20.000 jabalíes, tendremos que marcharnos de nuestras casas ya que será imposible vivir aquí.
Benicasim a 20 de noviembre de 2021